Algunas ideas de los magnates de las TIC son tan caras como absurdas
La posición que ocupan muchos directivos en el ranking de los más millonarios de la Tierra en ocasiones es directamente proporcional a la magnitud de las ideas extravagantes que pueden llegar a tener.
Por ejemplo Bill Gates, el que hasta hace poco ha sido el hombre más rico del mundo, invirtió cinco millones de dólares en la creación de nubes con agua de mar. El objetivo era minimizar los efectos del cambio climático y evitar algunos desastres naturales, pero la consecuencias de este proyecto eran impredecibles para el clima.
Otro de los proyectos más inverosímiles fue la Biosfera 2, idea del magnate del petróleo, Edward Bass. Invirtió 200 millones de dólares en hacer una reproducción de la Tierra de 1.600 hectáreas cubierta de vidrio y cerrada herméticamente, que recientemente ha tenido que vender por 50 millones, según informa Forbes.
John Sperling, multimillonario y amante de los animales, decidió invertir 15 millones de dólares en la creación de un banco de genes para la clonación de animales que llamó Genetic Savings and Clone. El proyecto recibió todo tipo de críticas desde el mundo de la bioética y tuvo que cerrar por falta de demanda.
Tampoco se quedan atrás en cuanto a ideas extravagantes los hermanos Kwok, millonarios de Hong Kong, que han construido una réplica exacta del Arca de Noé y la han habilitado como hotel de lujo, restaurante y museo.