Hablar por teléfono mientras se conduce está permitido, pero sólo si se utiliza un sistema de manos libres, de modo que el conductor puede reservar ambas manos para tareas concretas como dirigir el volante y cambiar las marchas. Y, sobre todo, puede mantener la cabeza libre de distracciones.
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Si la persona que conduce no puede coger el teléfono mientras está en marcha para responder a llamadas y mensajes, parece obvio que tampoco debería hacerlo para sacarse fotos. Lo sorprendente, y peligroso, del asunto es que existe gente que sí ha cometido esta falta en alguna ocasión.
Así lo revela una encuesta realizada por la firma de automoción Ford entre un grupo de 7.000 europeos. Éstos tenían como máximo 24 años y son residentes de Reino Unido, Francia, Bélgica, Alemania, Italia y Rumanía. Pero también se ha sondeado a ciudadanos de España.
En nuestro país, un 18% de los jóvenes se ha sacado alguna “selfie” o autofoto al volante. Aunque no se trata de la cifra más alta de todas las registradas, es lo suficientemente preocupante. El 32% habría sacado otro tipo de fotografía. Además, un 8% también admite consultar sus cuentas de redes sociales o incluso actualizarlas mientras está conduciendo.
Si nos centramos en las cifras globales, se descubre que 1 de cada 4 jóvenes europeos se hace “selfies” al tiempo que conduce. Y eso que prácticamente todos serían conscientes del riesgo que esto supone para las vidas propias y ajenas. Al parecer, de acuerdo con los resultados del estudio, los más imprudentes son los chicos.
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