Al modo de algunas aplicaciones que se basan en la cooperación de los propios usuarios como puede ser Waze, alertando de accidentes, obras, presencia policial o vías rodadas con el tráfico cortado, ¿por qué no permitir que los viandantes puedan conocer la presencia de un lugar donde aliviar sus más perentorias necesidades mingitorias? Y para ello nada como instalar AirPnP. Ojo, no confundir con AirBnB, la aplicación que permite encontrar alojamiento, de nombre muy similar, y que evidentemente sirve de inspiración, junto con un juego de palabras relacionado con el sonido de la palabra inglesa “pee” (pis, orinar).
Si la original facilita conocer todo tipo de hoteles, albergues, fondas, pensiones, apartamentos, pisos, habitaciones compartidas… por todo el mundo, AirPnP resulta mucho más sencilla en cuanto a su oferta pero no por ello menos aliviadora. Por el momento AirPnP sólo ofrece información relativa a urinarios en diversas ciudades pero es previsible que no tarde en ampliar sus servicios (no iba con segundas) a cada vez más localidades, especialmente aquellas en las que una conducta tan censurable como la de orinar en la calle supone la imposición de una fuerte multa.
AirPnP aún presenta algunos fallos imperdonables, como aparecer por defecto al acceder Nueva Orleans como emplazamiento (por la sencilla razón de que es la ciudad de sus programadores) además de ser obligatorio introducir el nombre de usuario y la contraseña cada vez que accedemos a la app.
La gran novedad es que AirPnP no incluye sólo urinarios públicos sino que los propietarios de viviendas pueden incluir sus propios aseos como parte de la red, anunciando el precio que piden por permitir el uso de las instalaciones sanitarias. En la “ficha” sobre el aseo puede incluirse una fotografía del mismo, a fin de que la persona necesitada de aliviarse pueda hacerse una idea de lo que se va a encontrar, la tarifa que se pagará por el uso y para el caso de que el emplazamiento sea algo complicado de encontrar incluso puede añadirse la opción de efectuar una llamada de voz al propietario para que nos guíe.
El pago, como en otras plataformas (Uber) se efectúa mediante tarjeta de crédito por lo que también añade un factor adicional de seguridad ya que tanto el propietario del aseo como la persona que lo usa quedan convenientemente identificados. Y es que recordemos que estamos hablando de acceder a la casa de un extraño para usar su cuarto de aseo.
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