Adiós pagos en metálico, hola billetera virtual
Existe la tecnología, también el mercado y empiezan a aflorar los primeros acuerdos entre fabricantes, operadores, bancos y comercios. Todo apunta a que 2011 será el año en que despeguen las transacciones “tap and go” por NFC.
Si todos los actores impulsan el desarrollo de las comunicaciones NFC, se generará un volumen de transacciones considerable que repercutirá cual boomerang en sus ingresos, tal y como señala un reciente estudio de Frost & Sullivan. Y lo están haciendo.
La organización NFC Forum, que nació en 1994, ya cuenta con 145 miembros entre fabricantes, desarrolladores de aplicaciones y entidades financieras, que promueven la definición de especificaciones de software y la educación de los consumidores en la nueva tecnología. Y en la GSMA Association hasta 16 operadores móviles luchan por un estándar mundial que evite la fragmentación del mercado. Entre ellas se encuentran los grandes nombres de la telefonía en España: Movistar, Vodafone y Orange.
Precisamente estas tres compañías pactaron un acuerdo de colaboración en marzo para garantizar la interoperabilidad de estos servicios en nuestro país. Sus esfuerzos se centran en presentar la tarjeta SIM como garante de seguridad en las transacciones monetarias y en facilitar la experiencia del usuario con independencia del operador con el que se haya firmado un contrato o la tienda en la que se compre. Acuerdos similares se han reproducido en el continente desde entonces, caso de la joint venture Everything Everywhere creada por O2 y Vodafone en Reino Unido, o las aventuras de Deutsche Telekom y France Telecom en sus respectivos países.
Además, Telefónica ha llevado la teoría a la práctica en lo que es su primera experiencia comercial con NFC: Cartera Movistar. Los 12.500 empleados del Distrito C en Madrid se han convertido en cobayas de un entorno multiaplicación donde, armados con una tarjeta de nueva generación (USIM), llaman al ascensor, acceden a la oficina, realizan compras y pagan su comida. La idea es madurar el proyecto hasta tal punto que, cuando dé el salto a la vida real, comercios y consumidores lo asuman de forma natural.
Quién es quién en el escenario NFC
El apoyo de operadores y bancos al pago móvil parece claro, pero ¿y los fabricantes? Mientras Apple se mantiene reacio a experimentar con su iPhone, casas como Nokia o Research In Motion son pioneras con modelos como el C7, el N9, y las BlackBerry Bold 9900 y 9930. Samsung, Motorola, Sagem, Casio, ZTE y Huawei tampoco han querido quedarse atrás, y se da por seguro que Microsoft entrará en juego con su revisión de Windows Phone. Pero el más involucrado, sin duda, es Google. Primero lanzó el Nexus S y después anunció que todos sus terminales con sistema operativo 2.3 o superior incorporarían soporte para NFC. Incluso la aplicación móvil de su recién estrenada red social Plus contempla la posibilidad potencial de hacer “check-in”, agregar usuarios o enviar información entre perfiles con sólo chocar teléfonos.
La compañía de la gran G también se ha adelantado con la presentación de Google Wallet, un servicio de micropagos sin contacto respaldado por dos pesos pesados de las finanzas: MasterCard y Citibank, una de las mayores tecnológicas a nivel mundial: Sprint, y la plataforma móvil que más está creciendo: Android. Neoyorquinos y sanfranciscanos ya saben lo sencillo que es acercar su smartphone a un dispositivo de cobro, introducir el código de su cuenta y autorizar la transacción. Pero el ingenio de los de Mountain View no se ha detenido ahí y además, según la ubicación de los usuarios, facilita una lista con descuentos del día vía Offers.
La “cartera” de Google no está sola, firmas especializadas en pagos electrónicos y transacciones bancarias también están gestando sus propias alternativas. Así, PayPal ha presentado un widget orientado a pequeños negocios e individuos, que permite pasar dinero directamente de teléfono a teléfono; y eBay, su sitio de subastas por Internet, acaba de llegar un acuerdo de compra con un proveedor de servicios llamado Zong. Por su parte, Visa ha elegido Turquía como centro de pruebas y a Apple como compañero de viaje. Dado que el iPhone no incorpora chip “ad hoc”, los usuarios de Visa tendrán que customizarlo instalando una aplicación. Por contrapartida, y a diferencia de Wallet, la compra se completa sin necesidad de PIN.
Crónica de una muerte anunciada
A ellas se unen Serve, de la compañía financiera American Express, e ISIS, una plataforma formada en los Estados Unidos por AT&T, T-Mobile y Verizon que será compatible con cualquier terminal de estos operadores a través de Visa, MasterCard, Discover y la propia AmEx. Todas compiten por desarrollar el mejor sistema, esa lanzadera que les permita escalar posiciones en el mercado cuando los pagos móviles empiecen a mover grandes cantidades de dinero. No en vano, se espera que los 240.000 millones de dólares de este año se tripliquen hasta los 670.000 millones de 2015, especialmente en Europa, Norteamérica y Asia Oriental.
El interrogante ya no es si el futuro está en la tecnología NFC, sino quién se convertirá en el rival a batir. Google, por lo pronto, se estrenará con demanda por apropiación de secretos comerciales e incumplimiento de contrato tras el fichaje de Osama Bedir, ex-empleado de PayPal. La plataforma de pago electrónico más famosa de la actualidad ha vaticinado que en 2015 “la moneda digital se aceptará en todas partes” y no está dispuesta a ceder terreno. Lo veremos.