Adiós a Adobe Flash, la crónica de una muerte anunciada
En 2005, era “utilizada por más de 1,5 millones de profesionales creativos de todo el mundo”. El próximo 31 de diciembre, Adobe Flash desaparecerá y con ella una tecnología clave.
Clave en el desarrollo de la industria de los videojuegos, de los primeros CDs multimedia y de las webs con animaciones, Adobe Flash Player desaparecerá en apenas unos meses.
Compañera inseparable de nuestras incursiones en Internet durante años, la que fuera tecnología de referencia especialmente a finales de los 90, dirá adiós el próximo 31 de diciembre de 2020.
Un adiós decidido por la propia Adobe pero provocado por la propia evolución del mercado que ha ido arrinconando a esta tecnología que ha pasado de ser un gigante de los estándares web a tener fecha de caducidad.
Una fecha en la que Adobe dejará de distribuir y actualizar Flash Player y ante la que ya recomienda a todos los usuarios desinstalarlo de sus equipos.
Así, en un comunicado oficial la compañía señala: “Adobe eliminará las páginas de descarga de Flash Player de su sitio web y el contenido basado en Flash se bloqueará para que no se ejecute en Adobe Flash Player después de la fecha límite”.
El adiós a una tecnología que, para muchos, fue clave pero de la que ya también hemos asistido a ver cómo se escribía la crónica de una muerte anunciada.
La idea de pequeña empresa: Future Wave
Para hallar el germen de Adobe Flash Player tenemos que remontarnos a 1995, año en el que la empresa estadounidense Future Wave desarrolló Future Splash Animator, un programa de diseño de animaciones que permitía, mediante un applet Java, reproducir dichas animaciones en un navegador web.
Un desarrollo que incluso atrajo a compañías cómo Microsoft (MSN) y Disney que llegaron a incorporar Future Splash Animator en algunos de sus sitios web.
Tal era el éxito que sus creadores en Future Wave, Jonathan Gray y Charlie Jackson, trataron de vendérsela a Adobe Systems que, sin embargo, en aquel momento, rechazó la oferta.
Así, sería otra la que se llevaría el pez al agua, tan solo unos meses después. Concretamente en diciembre de 1996, Macromedia adquiría FutureWave Software y con ello su programa de animación vectorial que pasaría a ser conocido, a partir de ese momento, como Macromedia Flash 1.0.
Con ese paso, además de la propia herramienta para crear contenido animado, Macromedia Flash, la compañía desarrolla una herramienta para ver ese contenido, el reproductor Macromedia Flash Player.
Poco a poco, Macromedia hizo que Flash fuera evolucionando para, además de reproducir animaciones, permitir también interacciones con el contenido mediante aplicaciones web.
Y ese sería el inicio el auge de esta tecnología. CDs interactivos con juegos, catálogos, enciclopedias y cursos de todo tipo empiezan a desarrollarse gracias a Flash y no pocas páginas web comienzan a utilizarla para visualmente ser más atractivas, ya que permitía visualizar elementos animados en las páginas web.
Versión tras versión, Macromedia Flash va adquiriendo nuevas funcionalidades y mejorando sus capacidades. Así, su versión 5, que ya incorporaba el lenguaje de programación ActionScript, consiguió atraer definitivamente a desarrolladores de juegos, vídeos animados y hasta a la propia YoutTube, que decidió utilizar Flash para enviar su contenido de vídeo.
Tal era el éxito que Macromedia creó Macromedia Director, una completa plataforma con la que crear aplicaciones Flash y que contribuyó definitivamente a la expansión y auge de esta tecnología.
Adobe se hace con Macromedia
3.400 millones de dólares. Esa es la cantidad que pagó Adobe Systems en 2005 por Macromedia.
Una adquisición que unía en una única empresa la tecnología Flash de animación de entornos web y el programa de diseño Dreamweaver de Macromedia con algunos de los softwares de diseño más populares como Photoshop o el gestor de documentos PDF Acrobat de Adobe.
Ese mismo año, según un informe de Macromedia, Flash era “utilizada por más de 1,5 millones de profesionales creativos de todo el mundo y contaba con más de 560 millones de usuarios en Internet”. Por su parte, Flash Player estaba instalado en el 98% de los escritorios de todo el mundo.
Una cifras que confirman el gigante en el que se había convertido esta tecnología pero que también marcan el punto de inflexión de lo que iba a ser su continua caída.
La principal causa que hizo que muchos empezaran a dejar de lado Adobe Flash no es otra que los constantes problemas de seguridad que comenzaron a aflorar en la tecnología.
Agujeros de seguridad que implicaban publicidad molesta, instalación de malware sin consentimiento y la colección de datos de los usuarios y a los que se unió la llegada de un nuevo estándar: HTML5.
Para muchos HTML5 fue el estoque definitivo a Flash ya que se presentaba como una alternativa perfecta que no era necesario instalar en el ordenador ni en el navegador, era fácil de implementar y a la que se actualizaron todos los navegadores que existían.
El “no” de Apple
Un enemigo para Flash al que se iba a sumar la llegada de los teléfonos móviles inteligentes y, muy en concreto, el de Apple.
Y es que ya en 2007, cuando Apple lanzó su iPhone, Steve Jobs, cofundador y CEO de la compañía, decidió que el terminal no fuera compatible con Flash por “su elevado consumo de recursos, lo que llevaba a un gasto más rápido de lo deseado de su batería”.
Pero el rechazo de Jobs no se quedaba únicamente en ese punto y así en una carta abierta y pública, el CEO de Apple explicaba su negativa a Flash aduciendo, entre otras razones, que era una herramienta propietaria y patentada, totalmente controlada por Adobe; que no funcionaba de manera nativa sobre los navegadores, exigiendo la instalación de un plugin “notablemente inestable e inseguro” y que además “Flash era una tecnología pensada para un mundo que giraba en torno al ratón, no a pantallas multitáctiles”.
El calado de sus palabras fue notable y tal vez la razón de que, en 2012, Android también abandonase Flash en su versión 4.3.
Un daño irreparable y del que no había marcha atrás.
El inicio de un adiós
Al rechazo por parte de la industria de la telefonía móvil, en 2014, se uniría el de YouTube que, tras un tiempo compatibilizando Flash y HTML5, anunciaba su abandono de Flash y su apuesta por el nuevo estándar.
La caída de Adobe Flash fue vertiginosa. En 2014, el porcentaje de usuarios diarios de Chrome que cargaba al menos una página con contenido Flash al era el 80 por ciento; en 2018, este había descendido a menos del 8%, según datos de Google.
Poco más había que esperar o que hacer y así, en 2017, Adobe decidía tirar la toalla y anunciaba la muerte programada de Adobe Flash para el próximo 31 de diciembre de 2020.
“A medida que los estándares abiertos como HTML5, WebGL y WebAssembly han madurado en los últimos años, la mayoría ahora ofrece muchas de las capacidades y funcionalidades que los complementos fueron pioneros y se han convertido en una alternativa viable para el contenido de la web. Con el tiempo, hemos visto que las aplicaciones de ayuda evolucionaron para convertirse en complementos y, más recientemente, muchas de estas capacidades de complementos se incorporaron en estándares web abiertos. Hoy en día, la mayoría de los proveedores de navegadores están integrando capacidades que alguna vez fueron proporcionadas por complementos directamente en navegadores y complementos obsoletos.
Dado este progreso, y en colaboración con varios de nuestros socios tecnológicos, incluidos Apple, Facebook, Google, Microsoft y Mozilla, Adobe está planeando dejar Flash al final de su vida útil. Específicamente, dejaremos de actualizar y distribuir Flash Player a fines de 2020 y alentaremos a los creadores de contenido a migrar cualquier contenido Flash existente a estos nuevos formatos abiertos”.
Con ese comunicado oficial refrenda Adobe el fin de una era para la que restan poco más de cuatro meses.
Consultados por Silicon, desde la compañía, ratifican esas palabras y añaden: “Adobe se enorgullece del legado de Flash y del papel fundamental que desempeñó en el avance del contenido web, desde el audio y la animación hasta la interactividad y el vídeo. La innovación y la creatividad siempre han sido el centro de la misión de Adobe y la compañía está entusiasmada por ayudar a liderar la próxima era de las experiencias digitales”.
A día de hoy, Adobe facilita ya en su propia web una guía para desinstalar Adobe Flash de nuestros ordenadores, tanto para sistemas operativos Mac OS como para Windows.
En cuanto a los navegadores, Google, Firefox, Mozilla… Prácticamente todos ya lo han eliminado por sí mismos.
Un adiós anunciado y avisado con el que Flash desaparece y con él, también un periodo clave de la historia de la informática.