Al parecer, IBM ganó un concurso de ese departamento para gestionar los sistemas que generan las nóminas de empleados pero la cosa se complicó después.
Las alarmas saltaron cuando el proyecto se puso en marcha y fue un auténtico desastre y miles de empleados no fueron pagados de forma correcta, como informan en TechEye.
Lo cierto es que a pesar de que IBM se sitúo por detrás de su rival Accenture en las evaluaciones iniciales de las ofertas presentadas, al final logró hacerse con ese contrato.
En ese sentido, al investigar como IBM pudo obtener el contrato de esos nuevos sistemas, descubrieron que Lochlan Bloomfield, ejecutivo de IBM en Australia, había recibido en su correo electrónico un mensaje donde se detallaba la oferta que realizaría Accenture.
Bloomfield ha defendido que nunca pidió recibir esa información, pero el problema para su defensa radica en que en lugar de borrarla decidió emplearla para comparar los precios de ambas propuestas.
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