Actividad cerebral, ¿la interfaz de usuario del futuro?
Navegar por internet sin usar las manos ni la voz. Un grupo de expertos investiga el comportamiento de las neuronas para el manejo de dispositivos tecnológicos.
Una nueva batalla en la guerra por lograr el gadget más inteligente. Las empresas tecnológicas luchan sin cesar e invierten mucho esfuerzo para poder presentar el artilugio “perfecto”. La integración del smartphone en la televisión o el desarrollo de interfaces que reconocen los gestos son hechos significativos, pero nada tienen que ver con la nueva pretensión de Samsung: controlar tablets con el poder de la mente.
No es una película de ficción, ni tan siquiera una utopía. Ingenieros de la compañía coreana, con la colaboración de Roozbeh Jafari , profesor asistente de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Texas (Dallas) están desarrollando una tecnología que se basa en la capacidad de los pensamientos. Hasta ahora, han conseguido un casco con electrodos (EEG) que miden la actividad eléctrica de la persona. Posteriormente, las señales recogidas se traducen en interacciones en la pantalla con excelentes resultados. Según publicaba la semana pasada MIT Technology Review, la precisión ronda el 90% y la demora es tan solo de 5 segundos.
“La noticia de que Samsung está evaluando el uso de BCI (sistemas de interface cerebro-ordenador) para interactuar con un tablet muestra el interés de los fabricantes de productos de consumo hacia esta tecnología, lo que además de avalar su potencial eficiencia, contribuirá notablemente a su desarrollo”, afirma Antonio Barrientos, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, de la Universidad Politécnica de Madrid, quien cree firmemente en la posibilidad de manejar dispositivos con la mente. “De hecho, ya es posible; aunque con unos niveles de comunicación limitados y precisándose de una instrumentación que resulta demasiado incómoda para el usuario”, alega.
Sistemas simples, de rápida y cómoda utilización son fundamentales para el uso generalizado de esta tecnología en productos cotidianos. Si bien están próximos a ser operativos y eficientes, aún no han alcanzado la madurez necesaria. Fernando Trincado, ingeniero investigador de la unidad de Biomecánica del Hospital de Parapléjicos de Toledo, opina que para controlar una tableta se requiere que la persona tenga la capacidad de dirigir su mirada voluntariamente hacia los diferentes iconos de la pantalla. “Si dicho sujeto tiene control voluntario de la mirada, es más sencillo detectar hacia dónde está mirando mediante técnicas de Eye-Tracking, que están actualmente mucho más avanzadas y por tanto permitirían un control más sencillo y fiable que el que se podría hacer con un BCI”, destaca.