Existen ciertos vídeos de YouTube que sólo se pueden visualizar en determinados países o que están vetados en otros, a causa de algunas restricciones comerciales de Google y las productoras o por otras razones ideológicas, políticas o religiosas.
Estas barreras pueden superarse mediante un sencillo truco que, curiosamente, se hace posible gracias a la propia empresa de Mountain View: se trata de usar la herramienta Google Translate.
En primer lugar, copia la URL del vídeo “censurado”. Dirígete al traductor y copia en la ventana correspondiente esta dirección web, haciendo clic posteriormente en el botón “Traducir”. Comprobarás cómo aparece una nueva ventana con la web de YouTube traducida y el clip completo, que ya puedes ver sin ningún problema.
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