Abordar el trabajo híbrido o perder talento: el reto de las empresas tras la pandemia
Un 56 % de las compañías teme que, si no combinan presencialidad con teletrabajo, perderán empleados y no serán capaces de contratar.
El teletrabajo ha llegado para quedarse, entretejiéndose con el método más tradicional de presencialidad para dar lugar a un entorno híbrido. Tras la pandemia, son muchos los trabajadores que acuden a la oficina una media de tres días a la semana, siendo el miércoles el día más popular.
Así lo desvela Poly, que indaga sobre cómo están respondiendo las organizaciones a las demandas de los empleados de lugares óptimos desde los que trabajar. Lo hace a través de su estudio Recruit, Retain and Grow.
“Ser capaces de facilitar el trabajo híbrido no es el objetivo final, sino el punto de partida para la competitividad de las organizaciones hoy en día”, comenta John Goodwin, vicepresidente sénior de Public Affairs en Poly.
“Los empleados apoyan a las empresas que adoptan un enfoque holístico para definir su cultura, que ofrecen flexibilidad en cuanto a dónde y cómo trabajar y que proporcionan las herramientas adecuadas para su mejor desempeño”, apunta Goodwin.
Según la investigación de Poly, un 56 % de las organizaciones a nivel mundial (55 % en España) teme que, si no empiezan a acometer planes para el trabajo híbrido, perderán personal y no atraerán nuevo talento. De hecho, un 58% (54 % en España) ha sufrido una mayor rotación de personal desde que comenzó la crisis de la COVID.
A la hora de valorar su marcha, las organizaciones creen que estos trabajadores han encontrado mejores oportunidades, estaban desencantados con los niveles de flexibilidad o no les había gustado cómo la empresa gestionó el tema de la pandemia.
España se diferencia un poco de las tendencias globales. Aquí las empresas apuntan al crecimiento profesional como principal razón para la marcha de profesionales, por delante de la flexibilidad y el descontento ante la gestión de la COVID.
Actualmente apenas de 1 de cada 2 organizaciones se siente plenamente preparada para trabajar en modalidad híbrida. En España, por ejemplo, sólo se ha adaptado un 39 %.
El 19 % de las compañías incluso está exigiendo el regreso al trabajo de forma totalmente presencial. Y, aunque prácticamente tres cuartas partes han visto cómo la productividad ha ido aumentando de la mano del trabajo híbrido, todavía son mayoría las compañías que opinan que, si los empleados no están en la oficina, no podrán construir las relaciones necesarias para progresar en su carrera. También creen que el trabajo a distancia ha dificultado el fomento de la cultura del trabajo.
Solo la mitad de las empresas está tomando medidas para evitar que las personas sientan que tienen que estar disponibles constantemente, favoreciendo la desconexión digital.
El nuestro es el país analizado por Poly en el que más directivos creen que sus empleados deberían tener derecho a solicitar la opción de trabajo flexible desde el primer día.
Entre las mejoras que deben implementar para contratar, retener y crecer en la era del trabajo híbrido, se encuentran la celebración de reuniones con condiciones ecuánimes para toda la plantilla y la equiparación de experiencias mediante el rediseño de la oficina, con más zonas abiertas, espacios silenciosos, entornos de colaboración y lugares para socializar.
Las apuestas de inversión tecnológica más compartidas para el futuro tienen que ver con las aplicaciones cloud y el software de colaboración, así como hardware tipo auriculares, cámaras y altavoces.