A pesar de ello, Windows XP seguirá instalado en una inmensa cantidad de PCs y portátiles en todo el mundo durante meses e incluso años antes de que sus usuarios decidan migrar a Windows Vista o a otras alternativas como Linux.
El próximo 30 de junio Windows XP dejará de preinstalarse en PCs y portátiles de todos los fabricantes, e incluso algunos dejarán de hacerlo antes de esa fecha, como en el caso de Dell, en cuyas máquinas sólo será posible pedir la preinstalación de Windows XP hasta mañana 18 de junio. Después de eso Dell dejará de ofrecer dicha posibilidad.
Aunque Microsoft dejará de vender este sistema operativo, Windows XP seguirá muy presente en algunos escenarios, sobre todo en los PCs y ultraportátiles de bajo coste, una nueva división de dispositivos que han triunfado en ferias como Computex y para los que se prevé un éxito arrollador los próximos meses. Los ASUS Eee PC y compañía ofrecen recursos algo más limitados que no los hacen muy adecuados para Windows Vista, lo que ha hecho que Microsoft tome la decisión de extender la posibilidad de preinstalar Windows XP en estas máquinas hasta el 30 de junio de 2011.
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