A la defensiva
La verdad es que esto de las tecnologías de la información se está poniendo cada vez más complicado.
Se ha comentado en más de una ocasión que el spam es la lacra de Internet, que hace perder un valioso tiempo a los internautas, que tienen que ir eliminando cada uno de los correos electrónicos no deseados que recibimos en nuestros buzones. Y si esos internautas son, además, empleados, nos echamos las manos a cabeza calculando ese tiempo en términos de costes. Sí, hay filtros, pero lo cierto es que las tretas de los spammers los hacen poco efectivos.
¿Y los virus, gusanos, troyanos y demás ralea? Casi peor, porque no es tiempo lo que hacen perder, que también, sino dinero. Por no hablar de los hackers, que nos hacen temblar cada vez que el ordenador se ralentiza, pensando que hay alguien por ahí detrás mirando nuestros archivos, robando nuestras claves, o utilizando nuestros recursos para fines poco lúdicos.
Parece, en este último caso, que el tema está un poco más controlado. Claro que con ellos llevamos más tiempo conviviendo y hay un montón de empresas dedicadas específicamente a estas tareas.
El colmo de los colmos, ahora, es que tengamos que estar asustados con nuestros móviles. Pero tendremos que enfrentarnos a ello y estar a la defensiva, atentos a su evolución. La tan esperada tercera generación de redes móviles y los terminales cada vez más avanzados, con sistemas operativos y capacidad de almacenamiento cada vez mayor están en el objetivo de los deshonestos desarrolladores de software dedicados a hacernos la vida más difícil. No en vano McAfee, Symantec o E-Secure están trabajando con fabricantes de móviles y operadoras para blindar los llamados smartphones, capaces de navegar por Internet o trabajar con el correo electrónico.
Esperemos, eso sí, que la experiencia de todas estas compañías en temas de seguridad sirva para impedir que la plaga de los virus alcance a los usuarios de telefonía móvil.