A fondo: ¿Qué supone la victoria de Google en su disputa con Oracle por el uso de APIs?
La última disputa entre Oracle y Google por el uso de APIs de Java en el desarrollo de Android se saldó a favor de la empresa de Mountain View. ¿Qué repercusiones tiene esta sentencia?
Tras seis años de disputa, el ‘culebrón entre Oracle y Google cerró un nuevo capítulo a finales de mayo, con la victoria de la compañía del buscador. Sin embargo, Oracle ya ha anunciado que apelará. Si es así, será la cuarta revisión judicial del asunto.
Este triunfo de Google es mucho más importante de lo que pueda parecer a simple vista. En primer lugar, por la repercusión económica que hubiera tenido una sentencia desfavorable para la empresa de Mountain View, ya que Oracle reclamaba alrededor de 9.300 millones de dólares por los daños y perjuicios causados por el uso de APIs de Java en el desarrollo de Android.
Dicha cifra se basada en la opinión de un experto en daños contratado por Oracle, James Malackowski. La cifra incluía 475 millones de dólares en “daños reales”, como los ingresos por licencias que Oracle podría haber obtenido si no hubiese existido Android; y 8.800 millones de dólares en “ganancias prorrateadas de Google por infringir los derechos de autor de Java”, incluyendo ingresos por búsquedas móviles, ventas de aplicaciones a través de Google Play y ventas de dispositivos Nexus.
“El problema venía de la utilización por parte de Google de un API de Java para poder desarrollar su sistema Android. Cuando Oracle adquirió Sun Microsystems, y con ello el lenguaje de programación Java, empezó a querer hacer valer sus derechos de propiedad intelectual. Por eso, reclamaba que Google había utilizado para la creación de Android tanto las 37 APIs de Java como patentes. Por las patentes llegaron a un acuerdo pero con las APIs no fue el caso. Aunque Java es de código abierto u open source, la propiedad intelectual sobre el mismo es de Oracle”, especifica Andrés Karp, presidente de la Asociación Desarrolladores Web de España (ADWE).
Precisamente, Google esgrimió en su defensa el carácter open source de Java, un lenguaje que siempre ha estado disponible para su libre uso y reimplementación, incluyendo sus APIs. “Argumentó que Sun era, en esencia, una empresa de hardware; y que no había problema en que Google usará el lenguaje Java y sus APIs para desarrollar la base de Android, ya que Java se creó en un principio como un lenguaje open source, que fue cuando Google empezó a utilizarlo, algo que cambió con la compra de Oracle”.
Un modelo cuestionado
Aunque el factor económico era muy importante, la trascendencia del conflicto iba más allá, rebasando los límites de la clásica disputa por el uso de patentes o por la violación del copyright. La resolución del tribunal podría haber puesto en tela de juicio el actual modelo de desarrollo de software. La victoria de Oracle hubiera legitimado la posible demanda a cualquier desarrollador por la infracción de los derechos de autor al usar software open source de su propiedad. Y podría haber abierto la puerta a las demandas de otros propietarios de software de código abierto.
En definitiva, la reutilización de APIs hubiera quedado al arbitrio de los propietarios del copyright. La simple existencia de esa amenaza desanimaría a los desarrolladores a la hora de crear nuevo software basado en APIs ajenas, por el temor a un posible litigio, como se explicaba en Wired. Y en el caso de tener que afrontar el pago por una licencia, esta circunstancia hubiera expulsado a los desarrolladores independientes.
“Según la Electronic Frontier Foundation (EFF), ‘el veredicto es una validación de la idea de que el software de desarrollo interoperable no necesita de permisos o licencias’. O lo que es lo mismo, que si algo se crea con una base de open source, los cambios a posteriori de las licencias no deberían cambiar el producto original ni su alcance jurídico. Es una victoria tanto para el ecosistema de Android y la comunidad de desarrolladores de Java como para los desarrolladores que utilizan open source para crear sus productos”, asegura el presidente de la ADWE.
A priori, la victoria de Google parece una buena noticia, pero las cosas no suelen ser blancas o negras, sino que siempre hay matices. Así pues, Karp hace una doble lectura de la sentencia. “Aunque pueda resultar extraño, los sentimientos son encontrados, ya que utilicé open source durante muchos años. Pero es verdad que Google ha ganado mucho dinero con Android y que, en general, se ha movido por una estrecha línea de fair play en cuanto a la utilización y comercialización del open source. Porque el principal problema es que Google aspira a que Android sea de código abierto, pero además de la tecnología Java, propiedad de Oracle, en sus entrañas hay código XML, C y C++ que, en principio y de momento, son libres”, comenta.
Balón de oxígeno para Android
La resolución judicial permite que Google respire con cierta tranquilidad. Si el juzgado hubiese accedido a la cuantiosa reclamación de Oracle, habría puesto en serios apuros su negocio. Además, la legitimación del uso de APIs es crucial para no frenar el desarrollo de Android, pues su utilización es fundamental para garantizar la compatibilidad del software. Si las APIs no se pudiesen usar sin permiso o licencia de sus propietarios, la compatibilidad entre programas se complicaría bastante.
“El mercado de las APIs es fundamental hoy en día para poder crear software más rápido y con una menor tasa de errores. Las APIs en sí mismas se han vuelto un mercado muy dinámico, ya que los tiempos han cambiado y no existe hoy en día un software que no integre una API. El éxito de un software o sistema en muchos casos está precedido de la cantidad de APIs que integra. Por eso, es importante para el desarrollo de software que no se tenga que pedir permiso para la utilización de APIs, ya que quitaría todo el dinamismo y, por supuesto, aumentaría la cantidad de errores”, apunta el presidente de la ADWE.
En cualquier caso, Karp reseña que “con respecto a Java para Android, Google está trabajando en la migración de sus APIs a OpenJDK desde febrero de 2015, sabiendo que el problema con Oracle le podría haber acarreado quebraderos de cabeza”.