A fondo: ¿Qué hará el nuevo presidente de Estados Unidos en materia tecnológica?
Hillary Clinton y Donald Trump se disputan hoy en la urnas la presidencia de la potencia norteamericana.
España ya tiene Gobierno, pero todavía queda un dilema político por resolver que tendrá impacto a nivel mundial, previsiblemente también en nuestro país. Hoy le toca a Estados Unidos el turno de elegir presidente. Tras meses de campaña y enfrentamiento mediático, Hillary Clinton y Donald Trump se disputan durante la jornada de este martes 8 de noviembre la presidencia de la potencia norteamericana. ¿Cómo afectará la victoria de la primera o del segundo a la industria tecnológica? ¿Cuáles son los planes de demócratas y republicanos en cuestión de tecnología? ¿Y cómo han ido recibiendo los distintos miembros de la industria sus propuestas? Yendo directamente a la fuente, a las páginas oficiales de Clinton y Trump, se observa que la ex primera dama y ahora candidata a primera mujer en presidir los Estados Unidos, Hillary Clinton, cuenta con el bloque de “Tecnología e innovación” entre sus propuestas.
Clinton ha manifestado que Estados Unidos tiene que invertir otra vez en el futuro y esforzarse por mejorar la “economía para que funcione para todos y no sólo para los más ricos”. En definitiva, su propósito si gana sería que “la innovación trabaje para todos los estadounidenses”. Y esto pasaría, entre otras cosas, por acercar las oportunidades educativas a quienes disponen de menos recursos económicos y por generar puestos de trabajo bien remunerados. Esta candidata se ha comprometido a rebasar los límites de la economía tradicional, a apostar por infraestructura digital de calidad, a promover leyes que conjuguen innovación y privacidad y a posicionar a su país en lo más alto del ranking planetario en el caso de ser nombrada presidenta. De hecho, ella y su equipo defienden que “Estados Unidos siempre ha sido un líder tecnológico”. Y no estarían dispuestos a ceder posiciones.
Si se habla de llevar ideales a la práctica, Hillary Clinton ha enumerado toda una serie de medidas concretas como invertir en programas STEM de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, permitir que los jóvenes emprendedores retrasen tres años el pago de sus préstamos estudiantiles, apoyar pactos al estilo de Privacy Shield para el libre movimiento de datos, exportar más tecnología y atraer talento extranjero con mayores facilidades en visas para docentes y doctorados y tarjetas verdes para empresarios, nombrar un nuevo jefe de innovación, llevar la regulación de internet de los gobiernos a la comunidad, respetar la neutralidad de la red, digitalizar los servicios gubernamentales, aplicar la DATA Act sobre transparencia o dar Wi-Fi gratis en lugares públicos. Una cifra que se ha fijado es la de llevar internet de alta velocidad a todos los hogares hacia finales del mandato, en 2020. Asimismo, Clinton quiere ayudar a formar a 50.000 maestros de informática en la próxima década y a 50.000 emprendedores en mercados desatendidos.
Desde esa parte de la contienda electoral también se han ido lanzando otras propuestas como asegurar derechos de autor y los propios derechos de los consumidores, cambiar el sistema de patentes, fomentar el 5G, luchar por un internet libre global, poner freno al espionaje económico de China o mejorar la seguridad cibernética. Este último punto es el único de corte tecnológico que aparece detallado, precisamente, entre las posturas de gobierno que expone Donald Trump en su web. El candidato republicano se muestra preocupado por el incremento de los ataques contra el sector público y privado de los Estados Unidos y pone como ejemplos las filtraciones de información de J.P. Morgan Chase, eBay y Target. “El alcance de nuestro problema de ciberseguridad es enorme. Nuestro gobierno, nuestros negocios, nuestros secretos comerciales y la información más sensible de nuestros ciudadanos se enfrentan a ataques cibernéticos constantes”, ha declarado. Así, “debemos hacer de la ciberseguridad una gran prioridad”.
Considerando el “robo cibernético” como “el crimen que más rápido crece en los Estados Unidos”, Trump se muestra determinado a acometer una revisión a fondo de la situación de seguridad actual de su país, incluyendo puntos débiles y puntos fuertes en áreas como las infraestructuras críticas. De acuerdo con este cometido, se formaría un Equipo de Revisión Cibernética integrado por miembros de empresas, fuerzas armadas y cuerpos policiales y encargado de ir emitiendo recomendaciones a medida y entrenar a los empleados gubernamentales de forma obligatoria. El futurible presidente busca llevar a cabo revisiones periódicas y anticipar ataques. Por otro lado, prevé la creación de unas Fuerzas de Trabajo Conjuntas a cargo del Departamento de Justicia para temas de coordinación entre entidades federales, estatales y locales. Mientras, el Secretario de Defensa y el Presidente del Estado Mayor tendrían que perfeccionar el Cibercomando ya existente de los Estados Unidos. Un tema en el que ha hecho hincapié Donald Trump es en estar preparados a nivel defensivo, pero también ofensivo.
A modo de disuasión, “los Estados Unidos deben poseer la capacidad incuestionable de lanzar contraataques cibernéticos”, ha expresado. “Ésta es la guerra del futuro” que se libraría con gobiernos como los de China, Rusia y Corea del Norte, además de grupos no estatales. Otra iniciativa del oponente de Clinton es nombrar a un Fiscal General con la misión de reformar el Departamento de Justicia, de modo que “aquellos que violen las reglas de clasificación serán considerados responsables en toda la extensión de la ley”. En este sentido, en su sitio aprovecha para echar en cara a su rival el famoso caso del correo y los documentos confidenciales. La carrera de Trump hacia la Casa Blanca ha estado apoyada por representante del mundo de la tecnología como el cofundador de PayPal Peter Thiel o el inversor Carl Icahn. En la lista de votantes de Clinton se encontrarían, mientras tanto, nombres como los de Sheryl Sandberg, Eric Schmidt, Marc Benioff o Paul Jacobs, de compañías tan diversas como Facebook, Alphabet, Salesforce y Qualcomm.