A fondo: Los centros de datos europeos serán climáticamente neutros en 2030
Cuarenta y dos empresas y asociaciones colaboran en una iniciativa para mejorar la sostenibilidad de la industria tecnológica y del continente: el Climate Neutral Data Centre Pact.
El cuidado del planeta es una obligación que compromete a individuos y empresas de todos los segmentos de actividad, en cualquier país, a todas horas y desde ya mismo. El cambio climático ha puesto en marcha una cuenta atrás que obliga a tomar medidas eficaces cuanto antes.
La implementación de procesos de fabricación menos contaminantes o la reducción del uso de plásticos en el día a día son sólo algunas de las decisiones que se pueden tomar a favor de un mundo más sostenible.
Pero hay muchos otros frentes abiertos. Uno de ellos tiene que ver con el auge de internet y la contaminación generada por los centros de datos. Aunque la nube sea invisible para los usuarios, lleva aparejada toda una infraestructura física que necesita alimentarse con energía que, en el mejor de los casos, procederá de fuentes renovables.
Grandes nombres de la industria como Microsoft, IBM o Atos han revisado recientemente sus planes de emisión cero de carbono. Y otros han decidido unir sus fuerzas para conseguir un consumo responsable.
Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos
Unirse para ser más fuertes en su propósito es lo que han hecho veinticinco proveedores de nube y operadores de centros de datos, entre los que se encuentran 3DS Outscale (Dassault Systèmes), Aruba, Atos, Amazon Web Services, Data4, Digital Realty/Interxion, Equinix, Gigas, Google, NTT y OVHcloud. Todos ellos han firmado el Climate Neutral Data Centre Pact.
Esto es, el Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos, que propone autorregulación para que los centros de datos europeos se conviertan en climáticamente neutrales a lo largo de la próxima década.
A mayores, forman parte de esta iniciativa diecisiete asociaciones profesionales como CISPE, Cloud28+, EUDCA y la Data Centre Alliance. Todo bajo la atenta mirada de la Comisión Europea, que supervisará sus progresos un par de veces al año.
“Los ciudadanos europeos utilizan cada vez más tecnología para llevar a cabo su día a día”, comenta sobre este lanzamiento Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea. Y la tecnología debería “asegurar un futuro sostenible para las personas y el planeta”.
El compromiso generado alrededor del Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos “por partes importantes de la industria”, valora el político, “constituye una promesa para la sociedad y ofrece un primer paso positivo para lograr nuestras ambiciones comunes de un futuro inteligente y sostenible”.
Pacto Verde Europeo
Los objetivos de los impulsores del Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos pasan por comprar energía que esté libre de carbono, una priorización de la conservación del agua, buscar nuevas formas de reciclar el calor y la apuesta por lo que ya existe, con la reutilización y reparación de servidores.
Demostrar que se está logrando la eficiencia energética, de forma medible, también entra en los planes de un compromiso histórico para el sector tecnológico, que quiere liderar la transición hacia una realidad más atractiva para todos.
Al final lo que se busca es transformar la economía europea. Esta colaboración entre empresas llega poco después de la firma del gran Pacto Verde Europeo, que quiere convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro. ¿Cuándo? Para 2050.
Por su parte, el Pacto por la Neutralidad Climática de los Centros de Datos trabajará para conseguir su meta de instalaciones neutras desde el punto de vista climático ya en 2030. La demanda de electricidad de los centros europeos se compensará con un 75 % de renovables o de energía libre de carbono en 2025. Cinco años más tarde, ese porcentaje debería haber subido al 100 %.
Operadores de infraestructura y proveedores de servicios, unidos
“Los centros de datos son los pilares de apoyo de la cuarta revolución industrial y, tal y como se vio durante la pandemia de COVID-19, son una infraestructura esencial no solo de la economía digital sino de toda la economía global”, señala Apostolos Kakkos, presidente de EUDCA, la asociación de centros de datos en Europa, que forma parte del pacto.
“Es nuestro deber comprometernos con una iniciativa de autorregulación que ayudará a garantizar la disponibilidad operativa, la sostenibilidad y el futuro de nuestra industria”, indica.
Alban Schmutz, presidente de CISPE, el organismo en torno al que se reúnen los proveedores de servicios de infraestructura en la nube, también se ha pronunciado sobre esto. “Dado que la infraestructura en la nube es la columna vertebral de la economía digital de la Unión Europea”, dice, “nuestra industria está comprometida con la idea de que todos debemos desempeñar un papel central para abordar el cambio climático”.
“Este compromiso sustenta una hoja de ruta para que el sector de la infraestructura en la nube en Europa ofrezca servicios climáticamente neutros a los clientes para 2030″, insiste.
Las bases están puestas. Ahora sólo queda esperar a que vayan evolucionando los trabajos de descarbonización de los distintos implicados y ver si es posible cumplir con el calendario previsto para configurar una Europa más verde y eficiente.