A fondo: La Administración Trump ‘dispara’ contra Alibaba, Baidu y Tencent en su guerra tecnológica con China
A través del programa Clean Network, que también apunta a Huawei, busca frenar las operaciones de empresas de telecomunicaciones, proveedores de nube y aplicaciones en suelo estadounidense.
La batalla de Estados Unidos contra empresas de tecnología chinas sigue sumando capítulos. La Administración Trump despliega una gran ofensiva contra operadores, proveedores de servicios de nube y aplicaciones móviles a través del programa Clean Network, que desplegará cinco líneas de acción específicas: Clean Carrier, Clean Store, Clean Apps, Clean Cloud y Clean Cable.
¿El objetivo? Según el secretario de Estado Michael R. Pompeo, garantizar “la privacidad de nuestros ciudadanos y la información más sensible de nuestras empresas de las intrusiones agresivas de actores malignos, como el Partido Comunista Chino”, lo que pasaría por actuar directamente a nivel de infraestructura y telecomunicaciones.
Las nuevas medidas ideadas por el Gobierno impactarán el negocio de todas aquellas empresas con origen chino que operan en internet, ya que verán limitados sus movimientos en uno de los mayores mercados del mundo.
Las autoridades estadounidenses dicen que hay operadores “no confiables” que “representan un peligro para la seguridad nacional de EE. UU. y no deberían proporcionar servicios de telecomunicaciones internacionales hacia y desde” el país americano, ni conectarse a sus redes. Esto se relaciona con las acciones ya acometidas contra Huawei y las redes 5G.
Además, el gigante americano ha declarado sus intenciones de trabajar con otros países para asegurar que los cables submarinos alrededor del mundo “no sean subvertidos para la recopilación de inteligencia por parte de la República Popular China a gran escala”.
Empresas del calibre de Alibaba, Baidu y Tencent son nombradas directamente como enemigas a batir. Estados Unidos no permitirá que la información personal de sus ciudadanos ni la propiedad intelectual de sus empresas se almacenen en sistemas basados en la nube “accesibles para nuestros adversarios extranjeros”. Entre esos datos críticos incluye sus investigaciones para conseguir una vacuna que permita combatir la expansión de la pandemia de COVID-19.
En cuanto a las aplicaciones móviles, se abren dos frentes. Por un lado, Estados Unidos solicita que se eliminen aplicaciones “no confiables” de las tiendas de aplicaciones móviles estadounidenses. “Las apps de la República Popular China amenazan nuestra privacidad, propagan virus y difunden propaganda y desinformación”, acusa Michael R. Pompeo, lo que en su opinión dejaría los teléfonos móviles de sus ciudadanos expuestos a “la explotación y el robo en beneficio” de China.
Trump lleva días apuntado a la aplicación de vídeos cortos TikTok, cuyas operaciones en suelo estadounidense podrían detenerse a mediados de septiembre si Microsoft no consigue antes llegar a un acuerdo de adquisición.
Por otro lado, el Gobierno no quiere que los fabricantes de teléfonos chinos preinstalen o permitan instalar en sus dispositivos “apps confiables”. Y aquí vuelve a atacar a Huawei, compañía a la que considera “un brazo del estado de vigilancia” de la República Popular China, que “está comerciando con las innovaciones y la reputación de las principales empresas estadounidenses y extranjeras. Estas empresas deberían eliminar sus apps de la tienda de aplicaciones de Huawei para asegurarse de que no se asocian con un violador de los derechos humanos”, dice.
Los precedentes
El caso de Huawei ejemplifica a la perfección la situación de enfrentamiento en la que se encuentran dos de las principales potencias económicas. Las acusaciones de espionaje se remontan años atrás.
En mayo de 2019, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que excluía a Huawei y prohibía sus relaciones comerciales con fabricantes estadounidenses alegando un caso de seguridad nacional. Y, desde entonces, sus relaciones se han recrudecido.
A pesar del veto americano, y a pesar también del impacto de la crisis sanitaria en la cadena de suministro y las ventas por la expansión del virus por todo el planeta, la compañía ha presentado buenos resultados financieros.
Durante el primer semestre de 2020, los ingresos de Huwei se incrementaron un 13,1 % hasta rozar los 65 000 millones de dólares, con un margen de beneficio neto del 9,2 %.