Las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo jueves en Cataluña van a transcurir bajo la atenta mirada del mundo entero. Y más aún cuando la sombra de la manipulación se cierne sobre estos comicios, con los precedentes de la supuesta injerencia rusa en la campaña del intento de referéndum del 1 de octubre o la desconfianza que se ha generado entre ciertos sectores de la población sobre la confección del censo electoral o el recuento de votos.
También cabe preguntarse acerca de la seguridad en la digitalización de los procesos electorales. Hace algunos meses informábamos acerca de las dudas que estaban surgiendo en torno a las elecciones de Estados Unidos y Holanda y el aumento de la amenaza de ciberataques. Asimismo, repasábamos qué se está haciendo con el fin de blindarse ante posibles hackeos.
En primer lugar, hay que hacer hincapié en que la manipulación digital de los resultados en España es prácticamente imposible, puesto que el procedimiento es totalmente manual, desde la identificación del ciudadano en la mesa hasta el recuento. Y siempre con la presencia de interventores y apoderados de los distintos partidos políticos.
Sin embargo, aunque la parte nuclear de las elecciones sea manual, hay muchos procesos que sí están digitalizados, como la recogida de los datos de las mesas electorales, la realización de cálculos, la transmisión de la información al centro de datos del Ministerio del Interior y a los medios de comunicación o la creación de la página web donde se ofrece información pública a la ciudadanía sobre la evolución del recuento. Y para esos menesteres, el Gobierno suele contar con Indra.
La compañía, participada por el Estado, se ha adjudicado el contrato para dar soporte en las elecciones catalanas por 1,4 millones de euros, tal y como recogía el Boletín Oficial del Estado en su edición del pasado 6 de diciembre. En esta ocasión, el pliego de condiciones no se ha hecho público, ya que el contrato ha sido suscrito por vía de urgencia, en lugar del habitual concurso público. E Indra se ha impuesto a Scytl, igual que en las elecciones generales de junio 2016, contrato que también se adjudicó mediante proceso directo y sin concurso. En aquel caso, el importe del contrato fue de 4,7 millones, según recogía Europa Press.
De hecho, los únicos comicios que Scytl ha sido capaz de ‘robarle’ a Indra fueron las anteriores elecciones generales, celebradas en diciembre de 2015. Por ejemplo, en las elecciones europeas de 2014, Indra se encargó del escrutinio provisional y difusión de los datos, así como de la integración de los resultados definitivos en la base de datos del Ministerio del Interior. Además, dio apoyo informático a las juntas electorales y desarrolló una app para facilitar el seguimiento de los resultados desde dispositivos móviles.
Cabe reseñar que en aquellas elecciones también tuvieron participación otras dos empresas españolas, Vector ITC Group y Base 100, que se encargaron de poner en marcha la web electoral. La plataforma desarrollada por estas compañías permitía localizar y centralizar la información, facilitando un acceso rápido e interactivo a los ciudadanos y a las instituciones -Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno-. Aquella web incluía datos como el calendario electoral, modalidades de voto, formaciones políticas participantes, funciones de los miembros de mesa, etc. Además, permitía la descarga de los impresos necesarios en formato electrónico.
La empresa catalana, con amplia experiencia internacional en el despliegue del voto electrónico y la provisión de tecnología de modernización electoral, ha sido la única capaz de disputar algún contrato a Indra. En 2015 se adjudicó el concurso para la prestación de estos servicios en las elecciones generales de diciembre, con un contrato de 11,8 millones. “Scytl proporcionó un incremento en eficiencia, integridad y auditabilidad mediante procesos electorales electrónicos”, explica Jordi Puiggalí, chief security officer (CSO) y vicepresidente senior de Investigación y Desarrollo de la compañía.
Y ofrece algunos datos que respaldan esta afirmación. “Con el 90% de los votos escrutados en poco menos de dos horas desde el cierre de la votación en la noche electoral del 20 de diciembre de 2015, logramos en tiempo récord la trasmisión y difusión de los resultados electorales y escrutinio de las elecciones generales en España, siendo el más rápido que ha habido nunca en los 30 años de elecciones democráticas”, reseña. “Nuestra tecnología supuso un importante paso adelante en la modernización y digitalización de los procesos electorales en España, lo que resultó en unas elecciones más eficientes, escalables, sostenibles y transparentes”, añade.
Puiggalí precisa que en aquellos comicios concurrieron 37 millones de votantes (1,8 millones en el extranjero), con 486 mesas electorales agrupadas en 22.951 locales electorales. En cuanto a la publicación de resultados, especifica que ya se había realizado más del 91% del escrutinio del Congreso a las 22:45 horas. Y destaca que más del 93% de las mesas trasmitieron datos por canales telemáticos. Y para la recogida y transmisión de datos se emplearon 382 dispositivos móviles y 305 mesas administradas electrónicamente (MAE).
Scytl también se encargó de la transmisión de información electoral, desarrollando tanto la web de resultados provisionales con datos de avances y escrutinio de los votos para el Congreso y el Senado como de las aplicaciones móviles para el acceso a resultados electorales, disponibles para todo tipo de dispositivos (iOS, Android, Blackberry y Windows Phone). Además, se hizo cargo de la provisión de sistema de difusión de pantallas y puntos interactivos multimedia con proyección de resultados electorales durante la jornada electoral
Por otra parte, la compañía prestó servicios de soporte y formación para la celebración de las elecciones. Así, más de 24.000 representantes de la Administración fueron formados en las 52 provincias de la geografía española.
El CSO de Scytl destaca que la digitalización de los procesos electorales reporta a los ciudadanos “una mayor fiabilidad e integridad del proceso electoral con la digitalización de la recogida de datos, al evitar errores de recogida manual por parte de los operadores; eficiencia del proceso electoral, al optimizar los tiempos de recogida y transmisión de datos, así como los tiempos de formación; mayor capacidad de análisis y auditabilidad de datos, gracias al proceso electrónico de los mismos; e incremento de sostenibilidad y ahorro de costes, al eliminar el uso del papel tanto en los procesos de recogida de datos como de formación”.
Scytl no prestó estos servicios ella sola, sino que contó con el apoyo de Tecnocom. Julio José Espiña, director de desarrollo de negocio del sector público de esta compañía, explica que “el alcance de este proyecto pasaba por gestionar a través de un sistema de información todo el proceso de captura, consolidación y publicación de resultados durante la jornada electoral”.
Además, colaboró en “la preparación previa en lo que respecta a candidaturas, logística, parametrizaciones del sistema, etc., así como apoyo al proceso de escrutinio definitivo posterior a la jornada electoral”, puntualiza Espiña.
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