A fondo: Los data centers se vuelcan en la sostenibilidad
¿Dónde ‘viven’ los vídeos de YouTube o nuestros correos electrónicos? Estos datos están alojados en data centers que consumen mucha energía, por lo que sus propietarios están haciendo importantes esfuerzos en pos de la sostenibilidad.
En la sociedad de la información en la que vivimos, cada acción que realizamos va dejando tras de sí un reguero de datos. Y aunque no sean nada más que unos y ceros, alojarlos ocupa mucho espacio. Los centros de datos o data centers son el lugar físico donde reside esta información.
Se trata de enormes instalaciones que albergan los servidores que alimentan todos esos servicios a los que accedemos a través de internet. Su emplazamiento no es una cuestión menor. En primer lugar, porque son muy grandes. Pero también porque deben situarse cerca de los usuarios finales, con el fin de que los datos no tengan que recorrer demasiada distancia, garantizando una latencia menor.
Además, hay que tener en cuenta que la actividad de los data centers es intensiva en el uso de electricidad y que su funcionamiento genera altas temperaturas que hay que solventar, por lo que también es muy importante la posibilidad de obtener refrigeración natural, tener acceso a fuentes de energía renovables, etc.
Objetivo: aumentar la eficiencia
De hecho, la sostenibilidad es uno de los aspectos que más tienen en cuenta los propietarios de estos centros de datos. Por ejemplo, Facebook reseña que sus data centers disponen con la certificación de eficiencia LEED Gold. Además, trabaja en la mejora de sus sistemas de refrigeración líquida, aumentando la eficiencia en el uso de agua. Y también aporta energía renovable a la red local en aquellos lugares donde construye nuevas instalaciones.
Igualmente, Google está haciendo esfuerzos para aumentar la eficiencia de sus data centers. La compañía afirma que sus instalaciones son el doble de eficientes que un centro de datos empresarial convencional. E indica que es capaz de ofrecer siete veces más potencia informática con la misma cantidad de energía eléctrica que hace un lustro. Además, compensa cada unidad de energía que consume con una unidad de energía procedente de fuentes renovables.
Según explica, sus centros de datos emplean técnicas avanzadas de enfriamiento, mediante enfriamiento evaporativo altamente eficiente o aire exterior siempre que sea posible, con el fin de evitar tener que usar enfriadores mecánicos. También ha logrado reducir el uso de energía al instalar controles inteligentes de temperatura e iluminación y mediante el rediseño de la distribución energía, con el fin de minimizar pérdidas. Asimismo, sus servidores están diseñados a medida para usar la menor cantidad de energía posible, sin componentes innecesarios. Y se mantienen lo más ocupados posibles, para intentar hacer más con menos servidores. Por otra parte, está utilizando machine learning para aumentar la eficiencia energética de sus data centers.
La empresa de Mountain View también aplica los principios de la ‘economía circular’ en sus centros de datos a través de cuatro estrategias: mantenimiento y reparación de los servidores para alargar su vida útil, renovación de los equipos con componentes de los servidores desmantelados, venta de componentes no utilizados en el mercado de segunda mano para su reutilización y reciclaje de todos los materiales que no se puedan revender o usar de nuevo.
OVHcloud también presta una atención muy especial a estos asuntos. “Hemos asumido un fuerte compromiso para minimizar la huella medioambiental. Innovamos continuamente en búsqueda de la optimización de nuestros data centers y la reducción de su consumo de energía, a la vez que prolongamos la vida útil de todos los componentes tecnológicos y promovemos su posterior reciclaje, manteniendo así un enfoque respetuoso con el medioambiente en todos sus procesos de diseño, fabricación y operación”, declara Antonio Pizarro, jefe de Soluciones Empresariales de la compañía. Por ejemplo, ha reducido la electricidad necesaria para el funcionamiento de sus data centers propios, que han sido construidos aprovechando viejos edificios industriales y fábricas.
Además, Pizarro reseña que OVHcloud es pionera en ‘watercooling’, un sistema de refrigeración líquida de los servidores implementado en sus data centers desde 2003. “Cuando se combina con flujos de aire optimizados, permite disipar el 70% del calor generado por el procesador. Este sistema no sólo contribuye a preservar el medioambiente, sino que también permite reducir los costes de explotación de los servidores. La idea es sustituir el sistema tradicional de aire acondicionado en los centros de datos por un sistema propietario de refrigeración por agua, que se considera más eficiente, más ecológico y sobre todo más económico. Consiste en enfriar el servidor a nivel de chip con un circuito cerrado de agua que evacua las calorías fuera del centro de datos a través de un intercambiador de calor y un ventilador”, detalla.
Gracias a ello, asegura que OVHcloud está reduciendo el consumo de energía en un 30%. Y eso no es una cuestión baladí, puesto que es el mayor componente de los costes operativos de un data center. Por otro lado, en varios países cuenta con una política de adquisición de energía que incluye un objetivo de tasa de energía renovable con los proveedores de energía. Incluso tiene soluciones para aprovechar el calor que emanan los centros de datos.
Asimismo, Juan Romero, director de operaciones de Equinix Spain, indica que la sostenibilidad es un factor clave a la hora de diseñar, construir y gestionar sus data centers, “Al final de 2018, la utilización de energías renovables a nivel global era del 90%: 95% en América, 94% en EMEA y 76% en Asia-Pacífico. Tenemos establecido como objetivo a largo plazo que el 100% de las energías que utilizamos provengan de fuentes renovables. En España, este objetivo ya es una realidad, logrando alcanzar una tasa de uso de energías renovables del 100% en nuestro país”, especifica
A continuación, citamos algunos data centers destacados por sus criterios de sostenibilidad y por otras peculiaridades.
Al borde del Círculo Polar
El primer data center de Facebook en Europa se ubica en Luleå (Suecia), al borde del Círculo Polar Ártico. La compañía afirma que es uno de los centros de datos más eficientes y sostenibles del mundo. Todo el equipo en el interior funciona con energía hidroeléctrica generada localmente, 100% renovable. Además del agua, aprovecha el frío aire nórdico para refrigera los servidores.
Por otra parte, casi toda la tecnología de las instalaciones se basa en Open Compute Project, que fomenta el desarrollo de diseños hardware altamente eficientes y reduce el uso de piezas innecesarias de metal y plástico.
Estos mismos principios también ha regido el diseño de su segundo data center en Europa, sito en Clonee (Irlanda), que funciona con energía 100% renovable, aprovechando los recursos eólicos.
Bajo la catedral
La catedral de Uspenski es una de las atracciones más turísticas de Helsinki. Pero los visitantes probablemente no sepan que en su interior hay cueva subterránea secreta que funcionaba como refugio antiaéreo durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, esta cueva alberga uno de los data centers que Equinix posee en Finlandia.
Además de su singular emplazamiento, también tiene la particularidad de estar refrigerado por las frías aguas del mar Báltico. Asimismo, el calor residual generado por las máquinas calienta el agua que luego alimenta la red de calefacción urbana, reutilizando de la energía calorífica generada
Calefacción por data center
Otro data center que destaca por su sostenibilidad es el AM3 de Equinix en Ámsterdam. “Está equipado con refrigeradores híbridos de alta eficiencia para un uso óptimo del free-cooling la mayor parte del año, además de un sistema solar fotovoltaico y techos recubiertos de vegetación. También utiliza un sistema de almacenamiento de energía térmica Aquifier, que extrae agua de un pozo y enfría el sistema. Incluso el calor que se extrae del data center es reutilizado. El agua subterránea, calentada por el sistema, se inyecta en pozos calientes y se almacena en las instalaciones. El calor almacenado es empleado para calentar tanto un edificio de la Universidad de Ámsterdam como las oficinas de la compañía”, comenta.
Minas de datos
El Lefdal Mine Data center ha aprovechado una mina abandonada para reconvertirla en un centro de datos. Sus 120.000 metros cuadrados se refrigeran gracias al agua de los fiordos noruegos y toda la energía que utiliza procede de fuentes renovables, según apunta DE-CIX. Además, reseña que existen iniciativas similares en España, con el fin de imitar este proyecto en las minas de la zona de Asturias.
Búnker reutilizado
Otro ejemplo de instalación reutilizada es el Bahnhof Pionen, en Suecia. DE-CIX explica que es un centro de datos ubicado en un antiguo búnker nuclear de la Guerra Fría, situado a 30 metros de profundidad y custodiado por una puerta de acero de 40 cm de grosor. Para que los trabajadores no noten que están bajo tierra, cuenta con jardines verticales, cascadas de agua y un tanque para peces de 2.600 litros. Además, la compañía Interxion planea reconvertir una antigua base de submarinos de la Segunda Guerra Mundial situada en Marsella, aprovechando la estructura y la seguridad con la que fue construida.
Data center fotovoltaico
El centro de datos de Saint-Ghislain (Bélgica) es el primero en el que Google ha construido una planta fotovoltaica. Este data center es altamente eficiente en el uso de energía eléctrica, puesto los servidores son refrigerados sin usar enfriadores mecánicos t los edificios son iluminados con sistemas LED controlados por movimiento. Además, los equipos no se arrancan hasta que es absolutamente necesario hacerlo. La compañía quería dar un paso más, con el fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono, como parte de un acuerdo voluntario con el gobierno belga. Así que decidió construir una planta fotovoltaica de 2,8 megavatios, colocando 10.665 paneles en la parcela de sus instalaciones.
Bajo el mar
DE-CIX indica que Microsoft está desarrollando un proyecto piloto de data center sumergible en la costa de Escocia. Se trata de centros del tamaño de un contenedor de transporte -unos 12 metros de longitud- y fáciles de instalar, ya que son prefabricados.