Cuando Microsoft habla de los pilares que sustentan su estrategia siempre nombra a la movilidad por delante de otros fenómenos tecnológicos. Es algo que aparece perfectamente reflejado en su repetido lema de que el móvil y la nube son “lo primero”. Si bien la realidad cuenta otra historia. Los análisis de mercado revelan que, hasta ahora, al gigante de Redmond no le ha ido demasiado bien en este aspecto. Los datos de Gartner para el Q1 de 2016 desvelan que en esos tres meses no se vendieron ni 2,4 millones de smartphones Windows. Esto deja al sistema operativo de Microsoft con una cuota de mercado global del 0,7 % frente al 84,1 % de Android y el 14,8 % de iOS, los competidores más fuertes. Pero lo peor no son las comparaciones con los rivales, sino consigo misma. Microsoft había conseguido colocar durante el mismo trimestre de 2015 cerca de 8,3 millones de unidades.
Sus problemas para enganchar a los compradores han obligado al equipo que dirige Satya Nadella a tomar medidas. Ha decidido vender su negocio de feature phones y también tiene la intención de despedir a 1.850 trabajadores para reestructurar su negocio móvil. Se perderán hasta 1.350 empleos en Finlandia, el país en el que nació una Nokia ahora desconocida, mientras que el resto se repartirán a nivel mundial. “No es de sorprender que Microsoft esté poniendo fin a una división de teléfonos con dificultades”, valora Ville-Petteri Ukonaho, analista sénior de Global Wireless Practice en Strategy Analytics, porque “la participación de Microsoft en smartphones ha entrado en empinado declive desde que tomó el control” de parte de la firma nórdica. “Este anuncio es sólo una continuación lógica de los esfuerzos de Microsoft por deshacerse de la unidad que adquirió de Nokia 2014 y que pierde dinero”, señala este investigador. Y “solidifica los persistentes rumores sobre que el futuro del móvil en Microsoft se halla en Surface” y no en Lumia. Eso sí, en Europa puede interpretarse como algo más, por la pérdida de dos décadas de historia.
La idea de Microsoft al dejar este capítulo atrás es comenzar a centrarse en los smartphones para el sector empresarial, en vez de seguir probando suerte en el mercado de consumo. ¿Es la decisión acertada? La consultora IDC cree que sí. “Desde que Microsoft se hizo cargo del negocio de teléfonos móviles de Nokia, como uno de los actos finales del reinado de Steve Ballmer, su estrategia en smartphones ha sido demasiado ambivalente como para tener éxito”, señala John Delaney, vicepresidente asociado para Movilidad en IDC Europe. Y por ambivalente Delaney se refiere a que “Microsoft no ha hecho un compromiso de todo corazón para la absorción del mercado de masas, con niveles proporcionales de recursos y la implicación de la alta dirección, ni se ha centrado exclusivamente en los segmentos de mercado en los que los puntos fuertes de su oferta de smartphones son más eficaces”.
Esto habría cambiado a raíz de los últimos anuncios. “Por fin, la ambivalencia de Microsoft ha terminado”, celebra este representante de IDC, ya que Microsoft apostará por la parte más comercial durante los próximos meses. Y “esta decisión es la correcta”, sobre todo teniendo en cuenta que “el mercado de masas para los smartphones se ha desplazado más allá del alcance de Microsoft en estos momentos: es un duopolio iOS-Android. El mercado empresarial, sin embargo, todavía puede ser de interés para Microsoft si lo aborda con el vigor suficiente”. Esto pasaría por desplegar una campaña publicitaria fuerte, por replantear las distribuciones, por asociarse con grandes responsables del software de gestión y parece que también por enganchar a vendedores clave como Sage, Salesforce u Oracle. Al menos es lo que recomiendan los expertos. ¿Coincidirán sus consejos con los planes de Microsoft?
A pesar de que IDC matiza que esta decisión “se debería haber tomado antes” para rentabilizar una penetración todavía no demasiado alta de los dispositivos móviles en la oficina y la decadencia de BlackBerry, lo bueno es que “tras la reciente moda acerca de BYOD, las empresas europeas están regresando a la selección corporativa y la adquisición de smartphones que utilizan sus empleados”, dice John Delaney. Y eso es algo que Microsoft podría aprovechar, ya que “Windows ofrece una serie de ventajas en este contexto, como compatibilidad lista para usar con el software de aplicaciones y la infraestructura de Microsoft que se emplean ampliamente en las empresas”. Además, destacaría por una disponibilidad “coherente tanto en dispositivos de gama alta como de bajo precio”. Últimos informes de Good Technology daban a la pareja de iPhone más iPad el liderato en terminales móviles favoritos para los usuarios de negocios. Y esto es algo que Microsoft tendrá que aprender a revertir. Tendrá que actuar “rápidamente para aprovechar al máximo la oportunidad que todavía existe”, reconoce el vicepresidente asociado para Movilidad en IDC Europe. Eso sí, “está siguiendo, por fin, el camino que es más probable que conduzca al éxito de sus smartphones en el mercado”, concluye.
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