¿Desvela la red los secretos más oscuros de los empleados?
¿Puede una empresa usar la red para controlar a sus trabajadores? Y, sobre todo, ¿es legal que una compañía despida a sus empleados por los que dicen o hacen en el ciberespacio?
Tras los despidos en la aerolínea Virgin asociados a las críticas vertidas por unos auxiliares de vuelo en Facebook, una decisión del departamento de Recuros Humanos de la compañía Michelin ha reavivado la polémica sobre cuándo y cómo acaba la jornada laboral del empleado.
Un trabajador de una fábrica francesa del gigante de las ruedas utilizó internet como altavoz para lanzar al mundo sus quejas sobre las condiciones laborables. Superado así el universo sindical, las quejas de los trabajadores se pasan al mundo 2.0.
A pesar del cambio de método reinvicativo, las posibles consecuencias no han modificado su naturaleza. Michelin despidió al empleado afectado y sancionó a otro implicado, basándose en que no habían mantenido la obligación de lealtad debida a la empresa.
“No encontramos en ninguna parte en el código laboral la obligación de lealtad”, denuncian los sindicatos, que ya han llevado el caso a los tribunales, como publica Le Soir. “Michelin utiliza la crisis para meter miedo a sus empleados”.