¿Crisis en las telecomunicaciones?
El panorama general del mercado de las telecomunicaciones no es muy alentador, con lo cual más que una suposición la crisis en el sector podría parecer una afirmación.
La última en mostrar síntomas de agotamiento ha sido Vodafone y el impacto que ha tenido su anuncio de reducción de la previsión de ingresos alcanzó ya no sólo a otras empresas del sector, sino a la cotización de los mercados europeos.
Vodafone arrastró ayer a todas las compañías de telecomunicaciones europeas, que vieron como sus acciones se desplomaban sin remedio y sin freno. Telefónica es una de las principales perjudicadas, enfrentándose a una sangría bursátil que en algunos momentos de la jornada de ayer le hizo perder más de 7 puntos.
¿Se trata de la punta del iceberg o de un ataque de paranoia bajista de los compradores europeos?
Por lo de pronto, Telefónica ya ha anunciado que no realizará un ‘profit warning’ próximamente y aseguran que, frente a los resultados de su competidora, ellos sí cumplirán sus objetivos durante el primer semestre del año.
Pero, si la situación es tan complicada para dos de las grandes del sector, ¿qué pueden esperar las empresas más pequeñas? Y, sobre todo, ¿en qué situación se encuentra ahora un mercado en el que se han vivido numerosos procesos de regulación de empleo en los últimos meses?
Regulación empleo
Las empresas del sector que ofrecen servicios de comunicación han anunciado varios expedientes de regulación de empleo. En España, Orange vive durante todo este mes un proceso por el que 300 trabajadores dejarán de forma voluntaria la empresa. Los afectados suponen entre el 6 y el 9 por ciento de la plantilla.
Como apuntaban fuentes de la empresa de servicios por cable y telefonía móvil R a Silicon News hace unas semanas y al hilo de estas informaciones, “se está produciendo un reajuste del mercado”. La compañía explicaba que las empresas más afectadas serían aquellas que no cuentan con red propia, es decir en el caso español, aquéllas que dependen de las redes de terceros, como las de Telefónica, para dar sus servicios a clientes.
Los despidos no se circunscriben únicamente a España. Telecom Italia eliminará de su plantilla, antes de 2010, a unos 5.000 empleados y Orange Reino Unido reducirá en 450 trabajadores su personal.
Los expedientes reguladores de empleo no afectan únicamente a las empresas de servicios y los fabricantes de terminales también se ven obligados a reducir sus efectivos. Siemens ya ha confirmado que unos 17.000 trabajadores perderán sus puestos y Ericsson podría hacer los propio con 4.500 para paliar la crisis económica a la que se enfrenta.
Las caídas bursátiles de ayer suponen, según apunta un analista de Venture Finanzas al diario Cinco Días, “un primer aviso de que la situación macroeconómica también va a afectar a las telecos. “
La crisis económica mundial es cada vez más tangible y el sector no parece escapar a la coyuntura internacional. La gran pregunta que se hacen ahora trabajadores, consumidores y empresarios es ¿finalizará aquí la debacle o sólo es esto el principio de algo peor?