¿Conseguirá Nortel convencer a sus clientes de su buena voluntad?
Cincuenta llamadas a cincuenta clientes clave: el presidente y CEO de Nortel, Mike Zafirovski, anunció que se pondría en contacto a través mediante una llamada telefónica para convencer a sus principales clientes de la viabilidad de su negocio, a pesar de la declaración de bancarrota en el mercado estadounidense y del acogimiento a la reestructuración supervisada en el canadiense.
Zafirovski aseguró, como filtra Globe&Mail, que intentaría contactar con cada uno de estos grandes clientes durante las próximas 48 horas. Microsoft o British Telecom son algunos de sus asociados y los JJOO de Londres y los de invierno de Vancouver están del lado de los clientes.
En el caso de los JJOO de Vancouver, los suministros “están asegurados”, según la prensa canadiense, aunque por el momento se desconoce el impacto que podrían tener en los de Londres.
La situación semeja más complicada en el caso de los acuerdos comerciales. Según Globe&Mail, ya se han producido las primeras recomendaciones por parte de los ejecutivos de varias empresas de no firmar acuerdos con Nortel, a pesar del llamamiento a la tranquilidad de la firma e incluso del respaldo del Gobierno canadiense.
“La bancarrota no significa una salida del negocio, pero Nortel está herido para el resto de su existencia”, apunta un analista a NetworkWorld.
Uno de los primeros acuerdos que podrían verse afectados es la colaboración con Microsoft, iniciada en 2006 y renovada en noviembre de 2008 por cuatro nuevos años. Por el momento, y según recoge la prensa especializada, el gigante de Redmond se mantiene a la espera de nuevos acontecimientos para valorar la situación.
Proveedores Nortel
La bancarrota de Nortel no sólo afecta a la compañía y a sus clientes, sino que además tiene implicaciones en los proveedores de la firma que ven peligrar su propia estabilidad económica.
Flextronics International ha sido, según la prensa canadiense, el único de los proveedores de la compañía que ha podido negociar las condiciones en las que iba a afrontar la bancarrota de la fabricante de equipos de telecomunicaciones, consiguiendo el pago de 120 millones de dólares (115 millones de euros).
Aún así, esta firma subcontratada se ha resentido en bolsa y ya ha contratado un apoyo legal para gestionar la situación.