9 de cada 10 empresas españolas, en peligro por no incorporar metodologías ágiles
Los riesgos son diversos y pueden convertirlas en compañías de elefantes sagrados o en peligro de extinción, de parada, de insostenibilidad en el tiempo y de retroceso.
Los datos de distintos informes revelan que la transformación digital de las empresas se está acelerando tras la pandemia. Pero eso no quiere decir que todas ellas estén aplicando la tecnología y la innovación de forma correcta.
De hecho, un análisis de Paradigma Digital sobre metodologías ágiles en España desvela que prácticamente 9 de cada 10 compañías están en peligro por no haber incorporado este tipo de metodologías a su cultura.
Como resultado, se convierten en “empresas de elefantes sagrados”, “empresas en riesgo de extinción”, “empresas en riesgo de parada”, “empresas en riesgo de insostenibilidad en el tiempo” o “empresas en riesgo de retroceso”, según el caso.
Muchas no contemplan la ejecución de nuevos proyectos o han llegado a suspender los que ya habían iniciado, lo que afecta a la retención de talento y la capacidad de mejora, derivando en una pérdida de oportunidades para el negocio.
“Si hay un momento para invertir en transformación digital basada en los principios ágiles es ahora”, asegura Gabriel Salafranca como portavoz de Paradigma Digital.
“Durante el confinamiento se ha demostrado que las empresas que tenían camino recorrido han respondido mejor. Las empresas que tenían este camino iniciado o consolidado, que se encontraban digitalizadas y agilizadas han podido ser ‘remotizadas’”, destaca.
Paradigma Digital explica que es muy importante contar con comunidades de prácticas o círculos de especialización para que todo salga bien. De lo contrario, las empresas se enfrentan a la pérdida de trabajadores.
Las “empresas de elefantes sagrados” son aquellas que aún no se han dado cuenta de que su activo más valioso son, precisamente, los empleados. Si no cambian, los mejores profesionales abandonarán sus puestos, mientras que los menos cualificados y motivados permanecerán.
Cuando no incorporan expertos agile, cambios estructurales y comunidades de prácticas que evitan la pérdida de conocimiento, pasan a ser “empresas en riesgo de insostenibilidad en el tiempo”.
Las “empresas en riesgo de extinción” son conscientes de que necesitan cambios, pero no lo afrontan. Por ello, terminan amenazadas por el avance de gigantes tecnológicos y startups.
Aquellas que se ponen mano a la obra con ayuda externa pueden terminar como “empresas en riesgo de parada” si no perciben resultados y optan por cortar el camino iniciado.
Por últimos, las “empresas en riesgo de retroceso” manifiestan su deseo de refuerzo y, al cabo del tiempo, acaban volviendo a las andadas. La nueva cultura no cala en ellas.