La dinámica entre los CEOs y sus consejos directivos a menudo determina el rumbo de las empresas. Y en el cambiante mundo TIC, donde la innovación y la disrupción llevan a las compañías de este ramo a tomar decisiones ágiles y difíciles, aun más.
A lo largo de los años hemos sido testigos de momentos decisivos en los que esta relación ha llegado a su fin abruptamente, con destituciones que han repercutido en la industria y más allá.
En los últimos días el despido de Sam Altman como consejero delegado de OpenAI, pese al éxito de ChatGPT, ha sorprendido a propios y extraños. Y aun más lo ha hecho su fichaje por Microsoft y posterior recontratación para la compañía, cambiando la junta.
En este artículo recogemos otros casos notables de CEOs de empresas tecnológicas que también fueron ‘sacrificados’ en su día por sus respectivos consejos.
El despido de Steve Jobs de Apple en 1985 es uno de los episodios más notorios en la historia de la tecnología.
Jobs, co-fundador de Apple y visionario detrás del exitoso lanzamiento de la Macintosh, se encontró en desacuerdo con el entonces CEO John Sculley y el consejo de la empresa. La lucha de poder resultante llevó al consejo a retirar a Jobs de sus funciones ejecutivas. Este período le permitió reflexionar y fundar NeXT y Pixar, antes de regresar triunfalmente a Apple en 1997, liderando la transformación de la empresa y dando vida a productos icónicos como el iPod, iPhone e iPad.
En los primeros días de Tesla Motors, allá por 2007, Martin Eberhard, uno de sus fundadores, fue despedido como CEO. A pesar de su contribución al desarrollo inicial de la compañía, conflictos internos y desafíos financieros (lo acusaron de acumular retrasos y hacer crecer el presupuesto del Tesla Roadster exponencialmente) llevaron al consejo a buscar un cambio en el liderazgo, abriendo el camino para Elon Musk.
Mark Hurd, quien lideró Hewlett-Packard (HP) durante cinco años, fue abruptamente despedido en 2010. Las acusaciones de acoso sexual y violaciones del código de ética de la empresa fueron citadas como razones para su salida, subrayando la importancia de la integridad en los líderes corporativos. Un mes después lo fichó Oracle.
La destitución de Carol Bartz como CEO de Yahoo en 2011 supuso un hito en la historia de la empresa morada. A pesar de sus esfuerzos para reestructurar y revitalizar a Yahoo, la falta de una estrategia clara y los desafíos para competir con gigantes como Google llevaron al consejo a tomar la difícil decisión de un cambio de liderazgo.
No fue una salida demasiado amistosa. La directiva, a la que se comunicó la decisión por teléfono, llegó a llamar “idiotas”, al consejo de administración a los que también dijo que la “habían jodido”. El presidente de la empresa morada, Roy Bostock, le leyó un documento preparado por el departamento legal y Bartz le recriminó “no tener pelotas” para decírselo con sus propias palabras.
Después de más de una década como CEO de la firma de Redmond, Steve Ballmer dejó la empresa en 2014. La decisión se tomó en medio de críticas sobre la falta de innovación y adaptación al cambiante panorama tecnológico. La búsqueda de un liderazgo más centrado en la nube y los dispositivos fue un factor clave en su destitución.
Un caso que resonó en los titulares fue la tumultuosa salida de Travis Kalanick de Uber en 2017. Como co- fundador y CEO, Kalanick había sido una figura controvertida, liderando la compañía a través de un rápido crecimiento, pero también enfrentando críticas por la cultura corporativa y las prácticas laborales. Las tensiones alcanzaron un punto álgido cuando el consejo decidió que un cambio de liderazgo era esencial para redirigir la empresa.
Entre los escándalos que catapultaron al directivo están el de un empleado que compartió los registros médicos de una mujer violada por un conductor o la denuncia de la ex empleada Susan Fowler, indicando que la compañía había ignorado sus quejas sobre el acoso sexual del que había sido víctima. También se filtró un vídeo de Kalanick hablando mal de uno de sus empleados.
Brian Krzanich, CEO de Intel, fue despedido en 2018 debido a una relación consensuada con una empleada, violando la política de no fraternización de la empresa. Su salida destacó la importancia de las políticas éticas y de los códigos de conducta en las empresas tecnológicas.
En el mundo de los espacios de trabajo compartidos, Adam Neumann fue un visionario fundador de WeWork. Sin embargo, su estilo de liderazgo extravagante y la valoración exagerada de la empresa llevaron a su destitución en 2019. La decisión del consejo se produjo en medio de la preparación para una oferta pública inicial (OPV), y su salida dejó preguntas sobre la dirección futura de la empresa.
Jack Dorsey, uno de los cofundadores de Twitter, ha experimentado dos destituciones como CEO. En 2008, fue despedido antes de regresar en 2015, y en noviembre de 2021, anunció su renuncia nuevamente. Las preocupaciones sobre la dirección estratégica y la necesidad de un liderazgo más enfocado (simultaneaba su liderazgo con el de Square) fueron citadas como razones para su segunda salida.
Estos ejemplos subrayan la diversidad de razones detrás de las destituciones de CEOs en empresas tecnológicas, desde desafíos éticos hasta la necesidad de una visión estratégica renovada.
Cada caso proporciona una visión única de los complejos equilibrios en la cúpula de estas empresas y cómo las decisiones de los consejos directivos tienen un impacto profundo en el rumbo y la reputación de las compañías en el siempre cambiante panorama tecnológico.
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