7 de cada 10 brechas empresariales son detectadas por terceros
En vez de ser las propias empresas afectadas por problemas de ciberseguridad las que caen en la cuenta, suelen ser personas ajenas quienes descubren el fallo, según ZeedSecurity.
Entre que los ciberdelincuentes no descansan en ninguna fecha del año, incluido el verano, y que tampoco tienen reparo en dejar por el camino distintas clases de víctimas, la seguridad online se convierte cada vez más en un tema a tener en cuenta.
Y es que, sin ir más lejos, se calcula que tres cuartas partes de los ataques de ciberdelincuencia que se registran a lo largo y ancho de la web son “oportunistas”.
Al menos así es como los define la auditora ZeedSecurity, que explica que estas acciones “no se dirigen a una empresa o persona en concreto, para así infectar el mayor numero de sistemas informáticos posible”.
La sensación de que cualquiera puede estar en el punto de mira de los cacos 2.0, más allá de las grandes corporaciones, vendría respaldada con otras cifras. ¿Por ejemplo? Por el hecho de que el 70% de estos actos delictivos perjudica directamente a plantillas con menos de un centenar de empleados.
Las consecuencias son fatales. ZeedSecurity estimas en 9.000 millones de euros las pérdidas anuales por culpa del cibercrimen.
Pero hay datos todavía más llamativos que dejan en entredicho la capacidad de reacción de las empresas atacadas. Dos tercios de las vulneraciones de seguridad se detectan “después de tres meses o más” y el 69% de las veces el fallo es revelado por personas ajenas a la corporación en vez de por sus propios expertos en seguridad.
A la luz de las cifras, parece que a estas alturas las empresas se lo ponen bastante más fácil de lo que deberían a los ciberdelincuentes para seguir haciendo de las suyas.