Algo está pasando en Apple. El férreo secretismo que rodeaba a las keynotes de productos de la compañía en tiempos de Steve Jobs se ha perdido totalmente. Ayer se demostró una vez más que la mano más blanda de Tim Cook le ha venido bien a la firma de la manzana para algunas cosas, sin embargo, no le ha hecho ningún bien a la hora de guardar secretos.
Es difícil olvidar lo que sucedió hace unos años cuando un trabajador de la casa se dejó un prototipo del iPhone 4 en un bar y el terminal acabó en manos de Gizmodo 5.000 dólares mediante. A la empresa de Cupertino le cabreó mucho el incidente y al blog le costó años de veto. El Apple de Jobs no perdonaba que empleados, operadores o fabricantes se fueran de la lengua y castigaba duramente despistes o chismorreos voluntarios. Los contratos de confidencialidad con duras sanciones estaban a la orden del día.
La keynote de ayer dejó poco a la imaginación. Después de meses de rumores y especulaciones provenientes de fuentes anónimas, la cadena de suministro e incluso alguna teleco patosa, da la sensación de que la empresa de la manzana innova poco. No es así realmente, pero eso es lo que ocurre cuando prácticamente todas las especificaciones y novedades se habían adelantado ya.
La existencia de dos modelos de 4,7 y 5,5 pulgadas se sabía desde hacía más de un año y también se había filtrado la inclusión de una herramienta de pagos o el que Apple fuera a presentar su reloj inteligente. Los nombres de los productos han sido de las mayores sorpresas, puesto que Apple ha prescindido de su particular i para llamar a su smartwatch simplemente Apple Watch.
Aunque Apple ha acometido la que probablemente sea la mayor renovación del iPhone desde su lanzamiento en 2007, la mayoría de sus novedades ya se habían visto en otros teléfonos inteligentes de Android. A eso se suma que han presentado un reloj inteligente cuando casi todo el mundo (hasta Polaroid) ha anunciado el suyo propio. Así pues empieza a ser evidente que los de Cupertino ya no crean las tendencias del mercado, sino que empiezan a subirse a ellas. Ya no son cabeza de carrera, sino que esperan con un maillot bonito y como parte del pelotón, que los demás les corten el aire. Y eso debería preocupar a Tim Cook, Jony Ive y los suyos, porque no solo de marketing y de diseño viven los fabricantes. Desglosamos todos esos elementos nuevos en los gadgets de la manzana, pero que ya hemos visto en algún sitio.
1. Diversidad de formatos- Apple ya abrió algo la mente cuando decidió lanzar un iPad Mini que sirviera como complemento a su iPad de 10 pulgadas y las cosas no le salieron mal, ya que esas casi 8 pulgadas denostadas por Jobs han hecho bastante por sus ventas en la categoría de tablets. La compañía se ha tirado cinco años sin cambiar la diagonal de pantalla de su iPhone y y siete distribuyendo un solo formato en cada nueva generación. El teléfono de la manzana tenía que ser único. Ahora, por fin, Apple ha abrazado la diversidad. Las 4,7 pulgadas del iPhone 6 y las 5,5 del iPhone 6 Plus permiten la variedad que ya otorgaban marcas como Samsung o HTC.
2. El tamaño sí importa- Los usuarios llevan demandando mayores tamaños de pantalla desde hace casi dos años, con el auge de los phablets. En la presentación de los iPhone 5s y 5c muchos esperaban que Apple siguiera esta tendencia, pero la empresa no varió un ápice las dimensiones del iPhone 5. Al fin y al cabo, este ya había crecido de las 3,5 a las 4 pulgadas después de un lustro de acomodamiento. Apple no quiso arriesgar y prefirió seguir vendiendo que hacerlo más grande impediría cogerlo con una sola mano. Ese argumento ha tocado fin.
3- NFC- Muchos teléfonos Android de marcas como Samsung, Sony, Motorola, LG o HTC ya han incorporado el NFC (Near Field Communications) dentro de sus prestaciones, pero los pagos de este tipo aún no han despegado y no se sabe si lo harán. Esta tecnología inalámbrica para el iPhone se esperaba también desde hace dos años y había rumores en firme para el iPhone 6 desde abril.
4- Procesador– El chip A8 dual corea a 2 Ghz es el corazón del iPhone 6 Plus. Los primeros smartphones con procesadores de cuatro núcleos se presentaron en 2011 y comercializaron en 2012, con el LG Optimus 4X HD como caballo de batalla. Hoy ya hay distintas marcas que venden modelos octa-core, como Huawei con su reciente Ascend Mate 7. El toque diferencial de los teléfonos Apple es el chip de movimiento M8, sucesor del M7.
5- Cámara- El principal rival de los iPhone 6 y 6 Plus, el Galaxy S5 cuenta con 16 megapíxeles, el doble que los 8 que incorporan los teléfonos de Apple. Otras marcas como Nokia ya han superado esta medida notablemente con terminales Lumia que tienen cámaras traseras de hasta 41 megapíxeles (como el Nokia Lumia 1020). El estabilizador de imagen, la grabación de vídeo a cámara lenta y el time lapse, sin embargo, son pluses que no todos los teléfonos inteligentes tienen.
6- Resolución- El iPhone 6 Plus innova al incluir una resolución de pantalla de 1080p (1920 x 1080 píxeles), mientras su hermano pequeño se mantiene en los 720 p. El Full HD prácticamente es un estándar en los phablets o smartphones de gran tamaño desde finales de 2012 y principios de 2013. Entonces HTC presentaba el HTC J Butterfly, con 5 pulgadas y esta resolución y Sony introducía el Xperia Z.
7- Densidad de píxeles- La Pantalla Retina se está quedando un poco corta en comparación con otros rivales. El iPhone 6 tiene 326 ppp y el 6 Plus cuenta con 401 ppp. En 2013 HTC lanzó su exitoso HTC One, que contaba con un rendimiento de 468 píxeles por pulgada.
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