50º Aniversario de la tecnología RFID
Hace 50 años, el DR Mario Cardullo recibió la concesión de la patente de la tecnología de identificación por radiofrecuencia RFID.
Durante este mes de enero se cumple el 50 aniversario del descubrimiento de la tecnología de identificación por radiofrecuencia. Desde su primera aplicación de identificación de aviones en la Segunda Guerra Mundial, la tecnología RFID ha recorrido un largo camino.
Zebra, empresa dedicada a las soluciones RFID y localizaciones de interiores, ha querido recordar que se cumplen 50 años desde que se concendío al DR. Mario Cardullo la patente de esta tecnología.
La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) es el uso inalámbrica, mediante ondas de radiofrecuencia, para la transmisión de datos e identificación de objetos, animales o humanos. Estos sistemas RFID están compuestos por un lector RFID, etiquetas RFID y antenas.
¿Cómo funciona RFID?
Mediante el etiquetado RFID de artículos es posible rastrear e identificar de manera única el inventario y los activos. Esta tecnología de identificación automática permite que las etiquetas se leen sin línea de visión, según el tipo de RFID. Además, cuenta con un rango de lectura amplio de su espectro de onda, que abarca desde unos pocos centímetros.
Un sistema RFID se basa en un lector/escritos y un tag o transponder. La misión principal de este sistema es la transmisión de datos mediante el tag, que es leído por un lector RFID. Estos datos transmitidos dependen de cada aplicación, pero pueden pasar información sobre la localización de un producto u otra más específica.
Tags y Lectores
Un tag o transponder RFID es un componente pasivo, sin batería, que cuenta con un chip y una antena. también existen tag activos que cuentan con baterías integradas de por vida, que permiten recepcionar y transmitir información a grandes distancias. Las tags también disponen de una memoria que cambian según el modelo, si están destinados solo para la lectura, o para la lectura y la escritura.
Por otro lado, el lector/escritor es un circuito integrado que emite energía electromagnética a través de su antena. Una electrónica es la encargada de recibir y decodificar la información que recibe del tag. El objetivo es enviar la información al sistema de captura de datos.
El uso de la tecnología RFID tiene aplicación para cualquier sector, ya que permite identificar y controlar objetos en una cadena de suministros. Su integración con otros sistemas gracias a la lectura rápida de inventario permite la reducción de roturas de stock y el control de la reposición de productos. Además, también favorece el seguimiento óptimo de mercancías y el control de productos retirados del mercado.
Tipos de frecuencia
La tecnología RFID se puede clasificar según sus diferentes frecuencias de radio y sirven de aplicación para distintos sectores.
Las ondas RFID de baja frecuencia (125 kHz) operan con una distancia de lectura de hasta 10 centímetros y funciona cerca de los metales y superficies líquidas. además, no es sensible a la interferencia de ondas de radio. Esta frecuencia es posible aplicarla para, por ejemplo, la identificación de animales.
En cambio, las ondas de radiofrecuencia de alta frecuencia (13,56 MHz) cuentan con una velocidad de transferencia de datos más rápida y un rango de lectura más amplio, por lo que alcanza un rango de distancia de lectura de los 10 centímetros hasta 1 metro. Esta frecuencia se aplica para la trazabilidad de productos, el control de acceso a edificios y las transferencias de datos y pagos.
En el caso de las ondas RFID de frecuencia ultra-alta (900-915 MHz) funcionan alrededor de líquidos y metales. Su distancia de lectura alcanza hasta los 12 metros y las etiquetas de UHF son muy económicas de producir, por lo que se emplean para la trazabilidad de vehículos, la gestio´n de inventarios y la configuración de dispositivos inalámbricos.
Por último, las ondas de radiofrecuencia activa (entre 2,45 y 5,8 GHz) se emplean para la transmisión de la información almacenada en los microchips a través de su propia señal gracias a su alta velocidad de transmisión de datos. Esta frecuencia cuenta con una distancia de lectura que alcanza los 100 metros, y se emplea, principalmente, para la trazabilidad de grandes objetos.
NanoRFID
La tecnología sigue en pleno desarrollo año tras año. El coste de implementar y usar un sistema RFID continúa decreciendo, lo que hace que RFID sea más rentable y eficiente. De hecho, hace 50 años, se concedió la patente al Dr. Mario Cardullo, quién sigue investigando el potencial de la “nanoRFID” y se están analizando nuevas aplicaciones para la mejorar de gestión de residuos plásticos, robots autónomos, combinarla con soluciones de Inteligencia Artificial o elaborar nuevos tamaños de las etiquetas RFID que abran un nuevo mundo de innovación en distintos casos de uso.