5 formas en las que los drones pueden ayudar a tu negocio
Los drones, objetos voladores no tripulados, están ganando terreno entre consumidores y empresas por su abanico de posibilidades de uso.
Los pájaros no son los únicos que pueden surcar los cielos. La fascinación del ser humano por el vuelo ha ido propiciando el diseño de un amplio número de inventos a lo largo de la historia que, con mayor o menor fortuna, han conseguido elevarse por encima de nuestras cabezas. Parte de esos inventos ha llegado a transportarnos de un lugar a otro del planeta, como los helicópteros y los aviones, e incluso nos han llevado más allá de la Tierra, como ocurre con los cohetes. Una de las últimas creaciones voladoras que está captando la atención de consumidores y negocios son los drones, esos vehículos aéreos no tripulados de menor tamaño y abundantes utilidades. Tal es el potencial de estos aparatos que, si los cálculos de la consultora Strategy Analytics atinan, al finalizar el año sus ventas se dispararán un 248 % en todo el mundo. El valor del mercado de las soluciones impulsadas por drones se sitúa ya, según datos que maneja PwC, en los 127.000 millones de dólares.
Quizás una de las aplicaciones más conocidas sea la de letales máquinas que combaten en plena guerra, pero los drones tienen vida, y recorrido, más allá del ambiente militar. Por ejemplo, se está promoviendo su uso en las siguientes cinco áreas que benefician a las empresas:
1. La mensajería. De la paloma mensajera hemos pasado en la actualidad al dron mensajero. Al menos eso es lo que están intentando compañías de renombre como el gigante de las compras online Amazon o la firma de mensajería MRW, en busca de servicios de entrega de paquetes cada vez más veloces y eficientes. Al margen del entramado legal que estos drones deben respetar para realizar sus viajes, o la necesidad de vencer desafíos técnicos como la superación de obstáculos físicos que vayan saliendo al paso durante el vuelo, poder confiar las tareas de transporte a unos aparatos que son capaces de llegar por sí solos al destino previsto, con alta precisión y en menos tiempo, supone un gran avance para cualquier empresa. La agilidad a la hora de entregar pedidos resulta vital en términos de atención al cliente. Aunque comprar a través de la web ya no supone un choque mental, sigue existiendo cierta resistencia a confiar en los eCommerce precisamente por los repartos, por el temor a verse envuelto en una pesadilla de envíos que nunca llegan a su destino en hora.
2. La vigilancia… o, directamente, la seguridad. Una de las preocupaciones constantes en los negocios es la seguridad. Y eso no se reduce sólo a implementar soluciones de protección antimalware y contra ataques DDoS que pueden poner en peligro la actividad online. También incluye la seguridad en las instalaciones y la monitorización de ciertas situaciones para que no se produzcan accesos sin autorizar en zonas restringidas, para que un evento que reúne a mucha gente transcurra sin incidentes o para certificar que las infraestructuras se encuentren en buenas condiciones. Un dron aporta una perspectiva de la realidad, a vista de pájaro, que de otra manera sería imposible. Un sólo aparato obtendrá y transmitirá imágenes en tiempo real con más información que lo visto por varios ojos humanos que inspeccionan al unísono grandes extensiones de terreno. Existen drones que incluso detectan y neutralizan a otros drones chismosos. Así que, además del rol de paloma mensajera moderna, estos dispositivos pueden asumir el de perro guardián del futuro.
3. El rescate, que también es seguridad. Siguiendo dentro del ámbito de la defensa del negocio, cabe señalar que los drones están preparados para intervenir en situaciones realmente extremas, como puede ser el rescate de heridos. ¿Tu organización tiene a una parte de su plantilla trabajando sobre el terreno, en exteriores, alejados en plena montaña o aislados por mar? ¿Algunos de los empleados a tu cargo asumen tareas que están consideradas de alto riesgo? Dependiendo del tipo de trabajo, pueden producirse accidentes con mayor facilidad. De ser así, y en caso de perder comunicación con tu equipo, los drones también servirán de ayuda al dejar de ejercer tareas de vigilancia y prevención para convertirse en salvavidas puros y duros. Los servicios de emergencia y salvamento tienen la posibilidad de reforzarse con drones que actúan en medio de la catástrofe localizando víctimas, operando en condiciones de poca visibilidad, hasta de noche, o portando víveres y material médico. Todo ello sin poner en peligro la vida de otra persona y conduciendo a una toma de decisiones más acertada.
4. El marketing. La toma de imágenes no tiene por qué destinarse sólo a temas de vida o muerte. La capacidad de los drones para moverse por el aire a unos cuantos metros de distancia de personas, edificios y accidentes geográficos puede utilizarse para situaciones mucho más lúdicas y hasta profesionales. En este caso, para enriquecer la propuesta comercial de los negocios. Realizando grabaciones desde un dron, una empresa obtendrá material visual más atractivo con el que montar sus vídeos publicitarios y de marketing. Contará con contenido de calidad para diferenciarse de la competencia ahora que se consumen tantas horas de vídeo. Aquellos planos aéreos que captaban todas las miradas y parecían reservados a carísimas producciones a bordo de distintos aparatos voladores, se han convertido en algo más asequible gracias a los drones. Ya sea para mostrar la belleza de una ruta turística o el resultado de una competición deportiva, el recurso está ahí. Usarlo con verdadero impacto corre a cargo de la imaginación de cada uno.
5. La conectividad. La vida sin internet no se concibe en muchas partes del mundo, porque permite informarse de la actualidad, bucear en el pasado, contactar con otras personas, trabajar, colaborar, divertirse y mil cosas más. Pero pese a esa sensación de que un mundo en el que internet no existiese sería impensable a estas alturas del desarrollo tecnológico, las personas que reciben el nombre de internautas son las menos. A día de hoy se calcula que hay unos 3.900 millones de personas que no están conectadas, lo que significa que la brecha digital es enorme. Más de la mitad de la población mundial sigue estando offline. A la misión de conectar a los desconectados también pueden contribuir los drones. Estos dispositivos han sido clasificados por quienes han emprendido proyectos de conectividad entre las soluciones con alcance suficiente para operar en zonas de difícil acceso, además de satélites o láseres. En ello ha pensado Facebook o Google. Y no sólo beneficiará a los usuarios, sino que acabará repercutiendo asimismo en aquellas empresas que basen su negocio en las nuevas tecnologías y busquen nuevos mercados a los que expandirse.