Durante cuatro días, y cumpliendo un año más con lo establecido, Barcelona se ha convertido en la ciudad de referencia para la tecnología móvil a nivel mundial. De lunes a jueves os hemos ido narrando desde el propio Mobile World Congress cómo los grandes nombres de la industria y alguna vieja gloria, llámese Samsung, Nokia, HTC o BlackBerry, han presentado sus propuestas para un nuevo curso. Hemos seguido la intervención de Mark Zuckerberg, recién anunciada la adquisición de WhatsApp. Nos hemos enterado de cuál es el smartphone a batir por el resto. Y en NetMediaEurope también nos hemos hecho eco de la introducción en el mercado de nuevos competidores, tipo Blackphone, que en su caso particular busca distinguirse por respetar al máximo la privacidad de los usuarios.
Sin duda, eventos como éste son una fuente continua de novedades y el escaparate perfecto donde lucir encantos al centellear de decenas de flashes. También resultan imprescindibles para conocer gente y ampliar contactos, buscar reconocimiento y encontrarlo o, en resumidas cuentas, hacer negocios. En ninguna otra ocasión serás capaz de congregar en un mismo lugar a tanto experto en tu sector y demás personas interesadas en aquello que haces. Ahora bien, ¿sabes cómo participar y dejar buen sabor de boca en el paladar ajeno? Nosotros os apuntamos cinco recomendaciones para la próxima vez que tengas que acudir a una feria tecnológica, el resto es cosa tuya:
1. La improvisación es tu enemiga. Tener chispa y saber reaccionar ante situaciones inesperadas es una virtud que te puede ayudar a salir de más de un atolladero, en caso de ser necesario, pero cambiar una buena planificación previa por la improvisación irreflexiva sobre la marcha no es en absoluto aconsejable. Ata todo con nudos marineros antes de partir rumbo a un congreso y procura trazar incluso planes de contigencia con los que responder ante imprevistos. ¿Has cerrado entrevistas? ¿Vas a participar en un coloquio? ¿Habrá presentaciones individuales? ¿Y demostraciones de producto? ¿Tienes que dar un speech? En ese caso todos los ensayos que repitas serán pocos. Recuerda que tú eres el encargado de crear la imagen ideal que los demás recibirán de tu producto, por lo que debes aprovechar la oportunidad a través de unos objetivos alcanzables, un discurso estudiado y una agenda repleta de gente con la que hacer networking. Estas tareas no son aptas para quien padezca de pánico escénico, y es que lo último que querrás será protagonizar una espantada al puro estilo Michael Bay por no haberte repasado “el guión” a tiempo. Ir preparado, pord cierto, no significa ser aburrido. A tu alrededor habrá decenas o cientos de personas buscando destacar, al igual que tú, lo que te obligará a plantear intervenciones originales y cuidar al extremo desde las acciones que vas a llevar a cabo hasta el propio diseño del stand.
2. La prensa es tu amiga. En el apartado de la preparación deberás hacer hincapié en una relación agradable con los medios de comunicación. Aunque uno de tus retos es atraer la atención de la gente que acude a la propia feria para conocer los productos y servicios presentados de primer mano, y en ese caso tendrás que ingeniártelas en directo para atrapar su mirada (¡y sus oídos!), no te puedes olvidar de aquellas personas que se han quedado en casa pero que también son clientes potenciales. Para llegar a ellos tendrás que utilizar otras vías, aparte del boca a boca, como tu página web, las redes sociales o a los compañeros periodistas. Haz todas las entrevistas que puedas, otorga unos minutos a quien lo solicite, facilita la búsqueda de datos con kits de prensa y álbumes de fotografías o vídeos fáciles de localizar, sé accesible y muéstrate coherente en tus declaraciones. Una forma de evitar avalanchas de peticiones al mismo tiempo es realizar embargos de noticias, pero en ocasiones esto puede derivar en una pérdida de interés por lo que tienes que contar, o del factor sorpresa. En todo caso, no te olvides de informar sobre tu participación en el evento antes de que éste tenga lugar. Formas adicionales de generar expectativa y atraer a más gente serían organizar una quedada con tus usuarios u organizar un concurso con premio, por ejemplo.
3. Sorpresa, sorpresa. ¿A quién no le gusta una sorpresa? Ser original en tus acciones y animar el evento con formas adicionales de generar expectativa significa precisamente eso, guardarse bajo la manga recursos que te conviertan en uno de los participantes más sorprendentes del evento. Si durante las semanas previas te dedicas a destripar con pelos y señales todo lo que tienes para mostrar, puede que al final los espectadores potenciales acaben absorbidos por otras empresas asistentes con mayor halo de innovación porque éstos ya saben perfectamente con antelación qué pueden esperar y qué no encontrarán en tu rincón de la feria. Y ocurrirá aunque estuvieses buscando el efecto contrario: atrapar su atención. Lo mismo ocurre con las filtracions por parte de empleados cotillas o descuidados. Con este tipo de spoilers los medios también se harán eco previamente de tus novedades y podrían no cubrir tu participación en el momento más álgido, pasando desapercibido para la opinión pública. El truco estará en guardarse pequeños secretos para el momento preciso. Aprovecha el día del congreso para lanzar novedades, lleva un producto que nunca se haya visto y no repitas el mismo patrón que en ocasiones anteriores. Hazlo, además, de una forma que dé de qué hablar. Lo primero será siempre la calidad de tu creación pero tampoco estará de más acompañar a ésta de un buen envoltorio.
4. A nadie le amarga un dulce. Si las sorpresas enganchan, los regalos mucho más. No basta con acudir a un evento de grandes dimensiones y pensar que lo tienes todo hecho, porque ya eres más o menos conocido, porque has hecho un trabajo de comunicación previo, porque tu producto es sólido, porque has concertado algún encuentro o porque, al cabo de la horas, las estadísticas dicen que entre tanta gente alguien acabará cayendo por tu stand. La actitud que adoptes en plena celebración de la feria tecnológica será la que determine el éxito de tu participación. Ésta debe ser siempre de amabilidad con los demás, empezando por los detalles más nimios. ¿Has preparado obsequios para tus visitantes? ¿Lo has pensado bien? ¿Son idóneos? Entrega algo que haga ilusión recibir. Obviamente no tienen que ser muestras gratuitas de tus productos o un regalo de demasiado valor económico, pero seguro que no querrás ser recordado como el hortera de la “fiesta”. Ni que tus folletos y trípticos terminen engordando una pila en la basura con otros cincuenta más. Desde muñecos que representen a tu marca y pines al más puro estilo Google Android en el MWC hasta dulces, golosinas o un simple café, pasando por bienes útiles tipo enchufes y memorias USB o cosas más intangibles como un photocall personalizado, intenta provocar que la gente se agrupe en torno a ti.
5. ¿Y los demás? No estás solo. Como os decíamos, tener la oportunidad de participar en un evento tecnológico junto a otros miembros de la industria no se trata únicamente de una oportunidad de oro para hacer ruido y ganar nuevos clientes. La otra ventaja adicional es la posibilidad de ampliar tu círculo de conocidos. Mantente muy activo durante el desarrollo de la feria y vete actualizando aquellas “amistades” que vas haciendo sobre el terreno en tu registro particular, ya sea porque eres tú el que vas a buscarlas o se deba a que son ellas las que se acercan a hablar contigo. Seguramente conozcas a gente de interés con la que te gustaría seguir en contacto una vez terminado el evento, así que no esperes hasta el final del día para anotar su nombre, teléfono o dirección ni confíes en tu buena memoria. En medio de la marabunta de gente que llega a formarse en estos casos, lo mejor será no traspapelar una tarjeta que podría resultar vital en el futuro. Por otra parte, no te conviertas en un mueble… ¡tus pies no están anclados al suelo! Escápate de tu puesto cuando puedas, da una vuelta por el local y analiza a la competencia, las novedades que se han traído, sus estrategias para atraer público, su forma de comportarse, sus diferencias con el resto de rivales (y contigo). Sólo observando a los demás podrás aprender el doble de rápido.
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