5 consejos para mantener a los trabajadores sanos y seguros
Un uso adecuado de la tecnología en la oficina beneficia seriamente a la salud.
La armonía, la inspiración o la salud son principios básicos que permitirán a un negocio avanzar hacia el éxito. El último de ellos, de hecho, resulta imprescindible cuando hay que desempeñar cualquier actividad empresarial. Sin trabajadores en plenas condiciones físicas y mentales, las prácticas de productividad que intentes implementar para superar a la competencia acabarán fracasando. Aquellos que se encuentren mal no podrán cumplir con el nivel exigido y, al final, limitarán el nivel de rendimiento general. Por este motivo, y por una cuestión humana elemental, deberás hacer todo lo que esté en tu mano para garantizar el bienestar de tu plantilla. Más allá de reconocimientos médicos periódicos, seguros que van incluidos como parte del contrato y bajas por enfermedad garantizadas, deberías contribuir con un listado de recomendaciones sobre prácticas tecnológicas.
La oficina actual es un hervidero tecnológico. Mires hacia donde mires encontrarás dispositivos informáticos en uso, conexiones a Internet y gente sentada ante sus monitores durante horas. ¿Qué hacer para que los nuevos hábitos no perjudiquen a la salud? En Silicon.es os dejamos cinco pistas:
1. Dos ojos pero una única vista… ¡cuídala! No mantengas en la oficina dispositivos caducos, que hace ya tiempo que deberías haber reemplazado por maquinaria más moderna, capaz de combatir la fatiga y la tensión ocular con pantallas más potentes. No tacañees en esta parte del presupuesto. El pasado 28 de julio se celebró el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, y la empresa especializada en monitores MMD aprovechó para reclamar la importancia de los equipos inteligentes en el ecosistema actual. Esta compañía advierte de que, en principio, “el parpadeo de la pantalla altera la concentración” de los usuarios y ya a más “largo plazo, la exposición continua a la luz azul de las pantallas de los dispositivos aumenta el riesgo de un deterioro visual” permanente. Mientras, los profesionales de Zeebe Jobs cifran en un rango de 40-60 centímetros el ideal a la hora de medir la distancia entre los ojos y la pantalla, como técnica saludable recomendable. A esto habría que añadir la búsqueda de una posición correcta a la hora de sentarse ante el escritorio, con sillas ergonómicas y dispositivos que cuentan con accesorios ajustables, para mantener la espalda recta y las distancias bien tomadas. Los expertos también apuestan por apartar la mirada del ordenador de vez en cuando, para posarla en objetos lejanos y cercanos de forma alterna y cerrando los ojos entre ejercicios.
2. ¡Ojo con el oído! Otro sentido que puede verse resentido por un aprovechamiento nocivo de la tecnología en el entorno laboral es el oído. Cuando se trabaja en exteriores o con maquinaria pesada, nada mejor que utilizar cascos homologados para tal efecto. En muchos casos esto será obligatorio. Pero los trabajos que requieren al empleado estar sentado frente a su escritorio durante horas también cuentan con ingredientes para terminar resultando problemáticos, sobre todo cuando no hay despachos individuales sino un gran espacio de oficina compartido entre todos. En este caso habrá quien decida recurrir al truco de los auriculares para evadirse del jaleo que le rodea y concentrarse en sus tareas lo máximo posible, con una base musical de fondo. Si el empleador autoriza este comportamiento, ¿qué tipo de auriculares elegir?, ¿cuáles hay que fomentar? Lo preferible es optar por modelos externos que van colocados sobre las orejas en vez de la alternativa in-ear, que se acerca más al oído, resulta más invasiva y provoca mayores trastornos para encajar a la perfección de persona a persona. Estos últimos auriculares también suelen ser más incómodos. Por supuesto, el hecho de que el auricular sea de calidad y se encuentre en pleno uso no significa que el volumen tenga que estar a tope. Cuanto más alto, más daño acabará causando. Así que lo mejor es comprar un aparato de calidad, que aísle del ruido exterior sin necesidad de taparlo mediante el incremento de decibelios. También se puede optar, directamente, por usar tapones, protectores o filtros acústicos.
3. Echa a andar. Ahora que los wearables se han convertido en el último grito, ya no hay excusa para hacer ejercicio. Incluso cuando se está en el trabajo, en medio de la jornada laboral. Las personas que pasan demasiadas horas en la misma posición, ya sea de pie o en una silla, terminan desarrollando problemas de salud. Llamémosle varices o pérdida de masa muscular, entre otras consecuencias. Abusar de cualquiera de estas dos posturas, al igual que estar todo el día tumbado, es perjudicial para todo el mundo, por lo que los parones en la rutina diaria para mover las piernas se antojan imprescindibles. ¿Cómo incrementar la actividad en la jornada? ¿Y si se sustituye la hora del café por la hora del paseo? Dejar el trabajo aparcado un momento para estirar las piernas y hacer algo de ejercicio es algo que agradecerán cuerpo y mente. La actividad física despeja la cabeza y permite retomar las tareas con una mayor capacidad de concentración que cuando se dejaron, lo que supone una segunda ventaja. Los trabajadores que pasen muchas horas quietos y no sepan cuándo es el momento idóneo para tomarse un respiro y empezar a moverse, sólo tienen que engancharse una pulsera o reloj inteligente a la muñeca y dejar que el wearable haga el resto. Él les avisará en cuanto detecte un exceso de inactividad. Es lo mismo que establecer alarmas personalizadas en cualquier reloj para reactivar la circulación, por ejemplo, un par de minutos cada hora. El boom de la medición, la tecnología vinculada a la salud y los trackers de actividad hacen todo esto mucho más fácil. Otra idea inteligente es usar reposapiés o apoyar las piernas en alto cuando se trabaja.
4.Colecciona aplicaciones. Son muchos los dispositivos que se han colado en la oficina durante los últimos años y que permiten trabajar con mayor facilidad que antaño. Y también son muchas las aplicaciones que se pueden instalar en esos mismos dispositivos para trabajar de forma más eficiente, quemando objetivos, haciendo más de lo que sería posible sin ayudas externas y equilibrando rendimiento con descansos. En las tiendas de aplicaciones encontrarás software especializado en la gestión del tiempo, para ir completando tareas de forma ordenada y sin volverte loco. Algunos de esos programas invitan a adoptar la famosa técnica Pomodoro, que consiste en concentrar las tareas en franjas de 25 minutos que luego se interrumpen, introduciendo parones más breves entre una y otra tanda de trabajo. Otros programas seguirán reglas alternativas de productividad… y es que lo que funciona para algunos quizás no sea lo más recomendable para otros. Todo es cuestión de probar y probar. A qué se van a acabar dedicando los intervalos de descanso entre tareas ya es algo personal, la cuestión será aprender a racionalizar el tiempo que se pasa en la oficina para mantener la mente despejada y evitar llevarse los problemas a casa. Hay apps que miden el rendimiento, otras que optimizan la agenda como calendarios o colecciones de notas, otras que gestionan el correo, otras que luchan contra las distracciones y otras que miden el sueño o incluso que se centran en el seguimiento de una alimentación equilibrada, según los hábitos de cada uno, que también son aspectos clave para proteger la salud. ¡Busca las tuyas!
5. Un trabajador seguro es un trabajador libre de estrés. Además de la salud física, hay que cuidar el aspecto mental, emocional y psicológico de los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo decidió dedicar la última edición del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo a concienciar sobre situaciones que pueden causar ansiedad o angustia bajo el lema “Estrés en el trabajo: Un reto colectivo”. Esta organización considera que el lugar en el que se desempeña profesionalmente la gente, sea cual sea, supone a día de hoy “una fuente importante de riesgos psicosociales y al mismo tiempo el lugar idóneo para tratarlos y proteger la salud y el bienestar de los trabajadores”. También advierte de que son muchas las personas que encaran “una gran presión para cumplir con las exigencias de la vida laboral moderna”, porque el estrés es un problema “afecta a todos los países, todas las profesiones y todos los trabajadores, tanto en los países desarrollados como en desarrollo”. ¿Cómo evitar el estrés? ¿Cómo combatirlo? Obviamente un primer paso sería apostar por entornos de trabajo agradables que inviten a sonreír y sentirse a gusto, donde se pagan sueldos acorde con las competencias y responsabilidades de cada uno y donde se reconocen los méritos cuando el trabajo está bien hecho.
La tecnología también puede ayudar a reducir el estrés si el usuario sigue una serie de buenas costumbres. Así, si se implementan todas las medidas de seguridad necesarias desde el punto de vista informático, como el uso de software antimalware, actualización de todos los programas instalados en el PC o el smartphone de trabajo, aplicación de parches, repeticiones de backups de forma periódica o acordarse de no pinchar en enlaces de forma indiscriminada ni descargar adjuntos de remitentes desconocidos, los capítulos de peligro y tensión se minimizarán para mayor tranquilidad del empleado.
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