Tras la implementación, es fundamental demostrar a Dirección que la virtualización puede ser llevada a cabo sin afectar al rendimiento de las aplicaciones, ni afectar a la productividad de los usuarios finales. Los administradores de sistemas deben monitorizar de cerca las prestaciones de los primeros desarrollos y, si es necesario, modificar el hardware y la configuración de red para asegurarse de que el entorno virtual es completamente transparente a los usuarios.
Las nuevas tecnologías de virtualización están abriendo puertas, y eliminando barreras tradicionalmente asociadas al coste y la complejidad. Más y más empresas de todos los tamaños están empezando a disfrutar de los beneficios de la virtualización de servidores. Pero antes de embarcarse en un proyecto esta clase, las compañías deberán evaluar sus necesidades cuidadosamente, elegir la tecnología más adecuada, asegurarse de que la implementación no afectará al rendimiento del usuario final, e ir paso a paso.
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