5 consejos para evitar una fuga de cerebros
Atraer y retener talento en sus filas es todo un reto para las empresas de hoy en día, sobre todo porque a veces no basta con un pequeño aumento de sueldo.
Tras más de siete años en las filas de Adobe y haber defendido a capa y espada la tecnología Flash, Kevin Lynch deja hoy su trabajo como CTO en la compañía de San José para ocupar la misma posición, con metas diferentes, en Cupertino. Y no es el único directivo de una gran corporación que ha decidido cambiar de aires durante las últimas semanas. Blake Ross, conocido desarrollador de software y director de producto en Facebook; Dan Fletcher, editor gerente de esta misma red social; Hillary Frey, redactora jefe de Yahoo! News; Vivek Sharma, director de Yahoo! Mail y Yahoo! Messenger; y James Carroll, responsable de la plataforma global y del consumidor también en la empresa que dirige Marissa Meyer, han anunciado sus respectivas dimisiones para encarar nuevas aventuras. Pero, ¿qué hay detrás de este tipo de renuncias? ¿Por qué afrontan con más ganas el riesgo de lo desconocido que la permanencia? ¿Y qué puede hacer “la parte contratante” para retener a sus trabajadores más preciados?
Más allá del aliciente obvio del dinero con variantes múltiples como el ascenso, el incremento de sueldo, las pagas extra, el reparto de acciones o recompensas por objetivos cumplidos, en Silicon News recogemos cinco ideas que pueden ayudar a evitar una fuga de cerebros en el momento menos pensado:
1. Conviértete en la mejor opción. Aparte del rédito económico vinculado a su posición dentro del organigrama de la empresa, la mayor parte de tus empleados apreciará el planteamiento de retos y la implicación en proyectos innovadores. Por lo general, el talento brilla cuando se encuentra frente a oportunidades de crecimiento. Las empresas que plantean estrategias defensivas, protegiendo únicamente aquellos activos que generan ingresos sin ánimo alguno de maximizarlos ni mejorar su posición en el mercado respecto a la competencia, no pueden ofrecer el mismo nivel de inspiración a su plantilla o la ambición necesaria para que desempeñen sus funciones desplegando el máximo de sus capacidades. Y, cuando reciban una oferta de una empresa rival que sí aprecie su potencial, serán más vulnerables al cambio, afectando al rendimiento global del negocio. Perder un empleado clave y buscarle reemplazo puede resultar más caro que implementar medidas de motivación.
2. Respeta, confía y delega. Está bien interesarse por todo lo que sucede en tu compañía y autorizar las diferentes creaciones de productos o lanzamientos de servicios, pero igual de importante es aprender a valorar el trabajo de los demás. Demuéstrale a tus empleados que confías en su saber hacer y en su capacidad de tomar decisiones entregándoles su parcela de autoridad y responsabilidad, de modo que puedan crecer como profesionales e involucrarse en el futuro de la compañía hasta sentirla como propia. Por su puesto, esto no sólo te liberará de cargas y te permitirá enfocarte en otras tareas. Redundará en el desarrollo de la organización, al conseguir empleados mejor formados, realizados y entregados. También es fundamental que los animes a reciclarse continuamente, solicitándoles nuevas aptitudes y ofreciéndoles oportunidades educativas. Una opción puede ser proporcionarles mentores que fomenten el espíritu de equipo y los lazos personales, lo que podría hacérselo pensar dos veces antes de “perder” a sus amigos si deciden irse.
3. Comunícate con tus empleados. Del mismo modo que realizas entrevistas para contratar a la persona más cualificada para un puesto de trabajo o, en el extremo contrario, para averiguar las razones que impulsan a alguien a causar baja voluntaria y comenzar una nueva etapa lejos de tu empresa, es recomendable realizar informes de satisfacción para saber qué está pasando en todo momento y no te pille por sorpresa una hipotética fuga de cerebros. Se trata de preguntarle a tus actuales empleados por qué eligieron tu organización y no otra, por qué han decidido continuar su carrera profesional en ella, qué motivos les harían replantarse su decisión, cuáles son sus condiciones innegociables e imprescindibles, qué cosas cambiarían para mejorar el ambiente de trabajo, qué habilidades desearían aprender o, incluso, qué opinión le merecen sus superiores. Con todos estos datos (y otros que consideres de utilidad) a mano, puedes trazar una composición de lugar y potenciar tus estrategias de retención. Y no sólo de tus empleados clave, sino también de los que integran el resto de niveles.
4. ¿Teletrabajo sí o no? Mucho se está hablando últimamente sobre los beneficios y desventajas del teletrabajo. Por una parte están la comodidad, el ahorro en combustible y electricidad, la repercusión en el ánimo del trabajador o la conciliación de vida laboral y familiar; por la otra, la pérdida de sensación de equipo, la imposibilidad de discutir ideas y tirar de brainstorming, la falta de vigilancia y la tendencia al descontrol… El vencimiento de la balanza hacia uno u otro lado dependerá de la clase de compañía y del tipo de empleo del que se trate, y siempre puedes llegar a un término medio que beneficie tanto al trabajador como a tu empresa. Pero lo cierto es que en pleno siglo XXI con la evolución de Internet y la tendencia hacia fenómenos como el cloud computing y la movilidad, la posibilidad de trabajar desde casa otorga un componente de flexibilidad que puede pesar más que otros incentivos para quedarse en la empresa, muy especialmente en el mundo de la tecnología, y asimismo aumentar la productividad.
5. A nadie le amarga un dulce. Pensando en los que eligen ir a la oficina o se ven obligados a pasar mucho rato en la sede central por sus funciones, crea un ambiente divertido y dales razones para no querer dejar, ni en sueños, tu compañía. Esto es, ponte en su piel y piensa en perks (ventajas) para tus empleados que erijan a tu empresa en uno de los mejores lugares del mundo para trabajar. Algunas firmas implementan zonas de deporte y juegos o incluso de descanso y siesta dentro de sus instalaciones, otras incentivan las tareas creativas como las proyecciones de películas, las lecturas de poesía o los cursos de artesanía, y también las hay que prefieren ganarse a sus integrantes por el estómago con sus comidas favoritas o por temas de salud con programas para dejar de fumar. Busca algo que te diferencie y no te olvides de lo obvio: sé generoso con el tiempo de vacaciones y no racanees ni con las bajas por enfermedad ni con las bajas por maternidad.
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