5 actitudes que nunca pensarías que funcionan en una startup
Hay acciones y actitudes que atentan directamente contra lo que la intuición nos dice, pero que son claves para el éxito de una startup.
Poner en marcha una startup requiere tomar muchas decisiones que, en contra de lo que se puede pensar, no siempre unen lo exitoso con lo lógico. Hay acciones y actitudes que atentan directamente contra lo que la intuición nos dice, pero no por ello hay que dejarlas de lado. Valgan como ejemplo estas cinco, recopiladas por Matt Joseph, inversor y fundador de startups, para TNW:
1. Operar por debajo de la escala. Una tentación para los fundadores de startups que provienen de grandes empresas es implementar características que sólo tienen valor cuando se cuenta con millones de usuarios. Cosas como responder a los clientes en menos de 10 minutos no sirven para hacer crecer tu empresas, pero harán que tus primeros usuarios se sientan como partes interesadas en tu producto y favorece su lealtad.
2. No fiarte de tu instinto. Las suposiciones acerca de lo que sus clientes quieren suelen conducir al fracaso. Hay que encontrar formas de validar esas suposiciones con las necesidades de los usuarios. La retroalimentación de los clientes es esencial para el desarrollo de productos y es necesario contar con ella antes de comprometerse con un costoso desarrollo.
3. El dinero es tiempo, no al revés. Los emprendedores se enfrentan a muchas formas de presión financiera. Muchos fundadores ansiosos de financiación creen que la recaudación de fondos es la fuente del éxito, pero obvian que el dinero es simplemente un soporte para una métrica más importante: el tiempo. Al controlar el tiempo en lugar del dinero, al final se gasta y gana dinero de manera mucho más eficiente. Esto significa decir no a las cosas que no suponen un uso valioso de su tiempo.
4. Las startups suelen morir por suicidio. La tasa de fracaso de las startups es elevada. A menudo, sus creadores culpan de sus fracasos a variables externas, como la falta de financiación o la excesiva competencia. Pero aunque esos factores hacen que el éxito sea más difícil, son muchas las startups que superaron estos desafíos para triunfar. Rendirse es la mejor forma de fracasar.
5. El dinero es menos importante que la ilusión. Al arrancar una startup, las posibilidades de lograr incluso un éxito financiero limitado son escasas, así que la compensación económica no es la gran justificación para crear tu empresa. Hazlo por tu pasión; escoje un negocio que te permita aplicar tus experiencias únicas y estimule tu ilusión, y el dinero que logres vendrá por añadidura.