45 años después aún podemos ver las huellas de Armstrong sobre la Luna
Se conoce como “la navaja de Ockham” y viene a decir que ante un problema la solución más sencilla suele ser la correcta.
Y con 45 años de conspiraciones espaciales casi parece más complicado que todo se tratase de un fraude (incluso a pesar de que Stanley Kubrick contase con todos los medios de la NASA para fingir en un estudio el aterrizaje lunar) cuando basta con acudir no ya a las innumerables pruebas materiales (¿de dónde ha salido tanta roca lunar como hay en la Tierra? ¿todos los museos y laboratorios que las han tenido en su poder y las han analizado también están en el ajo?) sino a la simple lógica: con las dos superpotencias luchando denodadamente por ganar la carrera espacial ¿porqué la URSS nunca ha puesto en duda su derrota, lo que a la postre supuso sufrir un duro golpe en plena Guerra Fría?
En cualquier caso cuando se cumplen 45 años del día en que por primera vez un hombre llegó a la Luna podemos comprobar el rastro que se dejó en aquella misión en torno a la zona de alunizaje del módulo Eagle de la misión Apolo XI. El astronauta español Pedro Duque ha retuiteado hoy este vídeo obtenido desde el Orbitador de Reconocimiento Lunar donde pueden distinguirse tanto la propia nave espacial como los sismómetros y los retroreflectores colocados allí por la tripulación, llamando especialmente la atención el rastro que aún pervive de los pasos en la arena lunar entre la zona de aterrizaje y un cercano crater.
Probablemente aún habrá escépticos irremediables que continuarán manteniendo que la NASA sigue falsificando pruebas además ha convencido a todos los observatorios astronómicos del mundo capaces de enviar un rayo láser a los retroreflectores ubicados en el Mar de la Tranquilidad y recibir de vuelta dicha luz.
vINQulo