4 de cada 10 aplicaciones no llegan a comercializarse nunca

Invertir tiempo e incluso dinero para, a la hora de la verdad, acabar viendo cómo su trabajo acaba truncado. Eso es lo que les ocurre a muchos desarrolladores de aplicaciones, al menos si nos atenemos a las cifras que baraja IASA-Spain.

IASA-Spain es la Asociación Española de Arquitectos de Tecnologías de la Información, que calcula que poco más de la mitad de las aplicaciones que se desarrollan acaba publicándose. En concreto, IASA-Spain dice que un 40% no sale al mercado.

Y ahí no acaba la cosa. Del 60% que sí sale adelante y se comercializa, es un 30% el que al final consigue llegar a su target. Es, por tanto, un 30% el único que lograría sus objetivos.

Otros números que maneja esta organización señalan que el aprovechamiento de los recursos, en lo que se refire a volver a usar las apps en otros ecosistemas, se sitúa aproximadamente en el 40% del total. En términos de rentabilidad, se sacaría beneficios de un 0,01% de ellas.

Los “directores TIC se enfrentan al reto de responder con agilidad y de manera eficiente en coste”, comenta al respecto Pablo Junco, presidente del capítulo español de IASA, “y para esto es imprescindible cambiar la forma en que se abordan los desarrollos y mejorar la cultura colaborativa del trabajo”.

Aunque quedaría camino por recorrer, esta asociación ve un futuro brillante para el segmento de las aplicaciones. Y es que, si en 2014 ha conseguido mover 10.000 millones de euros dentro de la Unión Europea, en 2018 ya deberían ser 63.000 millones. Lo veremos.