La idea, cómo no, es la de ofrecer tanto el ejecutable como el código fuente para que los desarrolladores puedan aprender ciertos trucos y técnicas a la hora de ponerse a programar sus propias utilidades. Como indican este grupo de usuarios, “dar pasos de bebé es mejor que no dar ningún tipo de paso”.
Las aplicaciones publicadas son sencillas pero prácticas, y la publicación del código fuente es una excelente idea para animar a todos aquellos que están pensando en programar algo para el iPhone a que se lancen a la aventura. Los ejemplos prácticos sirven para aprender un buen montón de cosas, así que la idea es, creo yo, genial.
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