Tal y como os informamos en un artículo publicado el pasado mes de noviembre, la agencia de seguridad logró detener con la colaboración de la policia estonia a los responsables del peligroso botnet, que cambiaba la configuración DNS de los sistemas comprometidos.
En la operación, el FBI decidió hacerse con el control y mantenimiento de los servidores infectados, ya que haberlos cerrado hubiera sido catastrófico, dejando sin internet a muchos de los 4 millones de usuarios afectados.
Ahora, después de haber dejado tiempo suficiente a los usuarios para que hayan desinfectado sus equipos han decidido cerrar esos servidores.
La fecha elegida ha sido el lunes 9 de julio, y según los datos del DNS Changer Working Group, la cifra de usuarios que siguen teniendo el virus en sus sistemas es de 303.867.
Lo cierto es que las empresas de antivirus ya lanzaron hace meses actualizaciones para desinfectar los equipos infectados, pero si se desea descartar la presencia del troyano en un equipo se puede realizar una sencilla comprobación con solo visitar la web http://www.dns-ok.us/
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