30 años conviviendo con el spam
Corría el año 1978, los tiempos de Arpanet, cuando se envió el primer mensaje de correo electrónico no deseado.
Etiquetado posteriormente como “spam”, el correo infectó a cientos de usuarios de lo que se considera como el antecedente de Internet, la red Arpanet, perteneciente al departamento de defensa de Estados Unidos. Inmediatamente después de recibir el mensaje, las quejas fueron tantas que el emisario fue perseguido por Arpanet, aunque no se le acusó de ningún crimen. Gary Thurek era un empleado de marketing de la empresa Digital Equipment Corporation, vendida a Compaq en 1998 y no sabía que sería recordado en los libros de historia.
El origen de la palabra spam, que significa mensaje de correo no solicitado, tiene que ven con la carne enlatada. Según puede leerse en Wikipedia, la empresa Hormel Foods lanzó una carne en lata llamada Spiced Ham que finalmente pasó a llamarse Spam, alimento de soldados en la Segunda Guerra Mundial. Tiempo después los Monty Pyton empezaron a hacer burla de la carne en lata y su costumbre de gritar la palabra spam en diversos tonos y volúmenes se trasladó metafóricamente al correo electrónico no solicitado, que perturba la comunicación normal en Internet.
En 2003 se aprobó en Estados Unidos el CAN-SPAM, que exigía a compañía e individuos ciertos requerimientos antes de poder enviar correos electrónicos en masa y deben dar a los usuarios la oportunidad de no entrar en futuros mailings. Un año después se oía al mismísimo Bill Gates decir que creía que Internet estaría libre de spam para 2006. Sigue
Actualmente el spam representa cerca del 90 por cierto del correo que se envía a través de Internet. El uso más común es vender o publicitar un producto con la esperanza de que algunos de los que lean el mensaje terminen “picando”. El coste en enviar, literalmente, millones de correos electrónicos es mínimo y el retorno, incluso si sólo es del uno por ciento, es lo que está convirtiendo el envío de spam en una profesión, aunque esté al margen de la ley. “Mientras los spammers sigan ganando dinero a costa de estos sucios métodos, la plaga que supone el spam continuará” asegura Carole Theriault, Consultor Senior de Seguridad de la empresa Sophos, que hace unos días lanzaba un comunicado señalando que “el 92,3 por ciento de todo el correo electrónico enviado durante los tres primeros meses de 2008 era correo basura”.
A punto de acabar, por cierto, está el experimento que la empresa de seguridad McAfee lanzó a nivel mundial a principios de este mes. Bajo el título S.P.A.M, 50 voluntarios de todo el mundo debían tener, durante el mes de abril, “una dieta a base de spam”.
Y es que, como ha señalado Christopher Bolin, Director de Tecnología de McAfee, “el spam no es sólo una molestia. Es una herramienta utilizada por los ciberdelincuentes para robar datos personales y empresariales. Y como los estafadores se especializan en escribir el spam en el idioma local, cada vez resulta más difícil detectarlo. Es de vital importancia que los usuarios de ordenadores entiendan los riesgos de dejar sus ordenadores sin protección”.