3 de cada 10 organizaciones creen que más de la mitad de sus empleados seguirá teletrabajando
Pero, al mismo tiempo que se incrementa el número de teletrabajadores, también aumentan los desafíos en seguridad.
Una de las consecuencias de la pandemia de coronavirus en países de todo el mundo ha sido el incremento del teletrabajo.
Muchas empresas han tenido que mudarse a esta modalidad prácticamente de la noche a la mañana. Según el Informe sobre ciberseguridad en el teletrabajo 2020 de Fortinet, elaborado en el mes de junio entre profesionales de TI de 17 países y diferentes sectores de actividad, casi dos tercios de las organizaciones han puesto a más de la mitad de su personal a trabajar en remoto cuando antes lo hacían en la oficina.
El 83 % habla de este cambio como un desafío. Por ejemplo, por que supone una mayor dependencia de los dispositivos personales o por la afluencia de trabajadores desde fuera de la red corporativa. Es decir, por el incremento de posibilidades para los ciberdelincuentes.
Los ataques de phishing y los correos comprometidos, las campañas respaldadas por una nación y el ransomware se desmarcan como las amenazas más comunes en estos momentos. Hasta 6 de cada 10 empresas ha visto cómo las brechas de seguridad se incrementaban durante su transición al teletrabajo. Garantizar conexiones seguras, la continuidad del negocio y el acceso a aplicaciones críticas están entre sus retos.
Esto no quiere decir que se vaya a renunciar al teletrabajo. Aproximadamente el 30 % de las organizaciones consultadas por Fortinet cree que más de la mitad de sus empleados seguirán trabajando a tiempo completo desde casa una vez superada la pandemia.
Además, prácticamente todas dicen que invertirán más para asegurar el teletrabajo a largo plazo. Durante los próximos dos años, tres quintas partes destinarán más de 25 000 dólares a la cuestión del teletrabajo seguro.
Los expertos opinan que ahora habría que centrarse en aspectos como la autenticación multifactor, la seguridad del endpoint y el control de acceso a la red, las redes SD-WAN, SASE o la capacitación de los profesionales de seguridad.
Cabe señalar que, al inicio de la crisis de coronavirus, poco más de la mitad (55 %) de las compañías tenía suficientes trabajadores de TI cualificados para soportar esta transición al teletrabajo.
“La pandemia de COVID-19 afectará a largo plazo en cómo las organizaciones invierten en ciberseguridad. De hecho, más del 90 % de las empresas tienen previsto elevar sus inversiones para asegurar el teletrabajo en los próximos dos años”, comenta John Maddison, CMO en Fortinet.
“Dada la dramática expansión de la superficie de ataque digital, las olas de ciberamenazas dirigidas a teletrabajadores y la actual brecha de habilidades en ciberseguridad, las organizaciones necesitan considerar cuidadosamente qué tecnologías y enfoques se necesitan para asegurar sus estrategias de teletrabajo a futuro”, señala. “Es la oportunidad de maximizar sus inversiones con plataformas de ciberseguridad diseñadas para proporcionar una visibilidad y protección completas en toda la infraestructura digital, incluidos los entornos de red, de aplicaciones, multicloud y móviles”.
“La tendencia al teletrabajo”, termina Maddison, “también requerirá algo más que tecnología”. Y es que “la formación y la sensibilización en materia de ciberseguridad deben seguir siendo prioridades fundamentales”.