25 años de GameBoy
El Muro de Berlín caía, Rusia se retiraba de Afganistán, un hombre demostraba en la plaza china de Tiananmen que se podía detener el avance de una columna de carros de combate… el mundo, la Historia cambiaban y la tecnología del ocio también estaba a punto de experimentar uno de esos momentos en los que cambia el paradigma y nada vuelve a ser igual.
Las consolas domésticas ya llevaban décadas permitiendo a los aficionados vivir en casa la diversión que proporcionaban los videojuegos aunque aún con aparatos grandes que necesitaban de alimentación eléctrica y un televisor. Los primeros intentos de llevar parte de esta experiencia al bolsillo ya habían proporcionado un importante éxito a la compañía nipona Nintendo con sus Game & Watch, diminutas consolas del tamaño de una calculadora que proporcionaban un juego distinto en cada una de ellas y que aparecidas en 1980 gozaban de gran popularidad.
Gunpey Yokoj ya había trabajado en el desarrollo de estas Game&Watch y fue quien desarrolló la revolucionaria Game Boy, una consola de bolsillo (aunque en honor a la verdad, un bolsillo de buen tamaño) que aumentaba considerablemente el tamaño con respecto a sus antecesoras pero introducía una importante novedad que cambiaría para siempre la industria del ocio electrónico: juegos intercambiables mediante cartuchos.
Las placas conteniendo las ROM, al estilo de las máquinas recreativas, estaban contenidas en unos cartuchos de tamaño muy contenido y bastaba apagar la miniconsola, cambiar el cartucho alojado en la misma, volver a encender y ya teníamos otro juego en la pantalla monocroma.
Cuatro pilas AA bastaban para 10/12 horas de partidas con la GameBoy original, que además se benefició del tremendo éxito del videojuego Tetris, que tras una complicada negociación, se ofrecía con la consola, difundiendo la adicción que había en aquella época por el título de origen ruso. Otra novedad era la posibilidad de conectar dos consolas mediante cable para que los jugadores pudieran competir entre sí. Gracias a esta pasión por los tetriminos se convirtió en el título más popular en toda la Historia de la consola con más de 30 millones de copias de Tetris vendidas para GameBoy, seguido de cerca por otro título igualmente popular: Pokemon con 23 millones de copias.
El dispositivo que consiguió un gran éxito entre el público femenino, que hasta ese momento con las consolas domésticas NES y SuperNES había llegado a porcentajes del 29 y el 14 % respectivamente pero que al llegar la consola de bolsillo se elevó hasta un estratosférico 46 %.
En 1996 y 1998 la consola fue ligeramente remodelada disminuyendo su tamaño y añadiendo iluminación: Game Boy Pocket y Game Boy Light. Sus competidoras (Sega Game Gear, Atari Lynx…) trataron de ofrecer más potencia o pantalla a color y a mayor tamaño (características que con el tiempo también adoptaría la consola de Nintendo) pero a pesar de su superioridad tecnológica fueron incapaces de hacerse con una parte del mercado significativa.
El éxito de GameBoy era absolutamente inalcanzable, con más de 300.000 unidades vendidas en las dos primeras semanas en que estuvo a la venta en Japón y un cómputo total de todos los modelos en todas sus generaciones de 118 millones de GameBoy vendidas en todo el mundo, diez veces más que lo que llegó a vender Game Gear en todo el mundo.
Con el tiempo la costumbre de poder jugar en cualquier parte ha evolucionado y a pesar de que continúa existiendo una pugna entre consolas de bolsillo (Nintendo DS, PlayStation Vita…) ahora el terreno de juego del ocio portátil se desarrolla en otro campo de batalla: las apps para móviles. iOS y Android son ahora los contendientes y surge la duda: ¿evolucionará Nintendo para trasladar su ecosistema a los móviles, dejando de fabricar consolas sucesoras de la exitosa Game Boy?
vINQulo