25 años de Microsoft en España: buscando la sociedad de la información

Microsoft Ibérica

Microsoft llegó a España en 1988 con 10 empleados. 25 años después, siguen intentando que las empresas inviertan más en I+D y los usuarios dejen de piratear su software.

El futuro es móvil

¿Cómo serán los próximos 25 años de Microsoft en España? Contestar a esa pregunta es tan difícil como intentar predecir cómo será el mundo dentro de un cuarto de siglo. En 1988 era difícil imaginar esto: ordenadores cada vez más pequeños y más rápidos, la conexión permanente a un Internet veloz, el boom de los dispositivos móviles y los wearables… ¿cómo saber hacia dónde va a evolucionar la tecnología en el futuro?

Sebastián Lancestremere, director de Operaciones y Marketing de Microsoft Ibérica, apunta cuáles son los planes de Microsoft en un futuro más inmediato. “Nuestra oferta de dispositivos móviles y servicios cloud seguirán siendo claves, y aquí es donde vemos una clara oportunidad de oportunidad de crecimiento y trabajamos para ofrecer, tanto al usuario final como a las empresas, la tecnología más innovadora”. La compra de la parte de móviles de Nokia cerrada hace poco deja clara esa apuesta por la movilidad.

La compañía ve que en la actualidad lo más importante son “las soluciones de comunicación y colaboración, la movilidad, las redes sociales corporativas, las plataformas digitales, la inteligencia de negocio y, por supuesto, la informática en la nube”. Eso sí, hablar del futuro es más complicado. “Lo que nos deparará el futuro es aún tecnología por descubrir”, explica Lancestremere.

La versión oficial de Microsoft Ibérica es que sus 25 años en España han sido buenos. “No solo hemos crecido, sino que hemos visto cómo, poco a poco, la sociedad española crecía tecnológicamente con nosotros”, cuenta el director de Operaciones y Marketing. ¿Estaremos dentro de 25 años ya en línea con la media europea en sociedad de la información? ¿Se habrá convertido España en un nuevo Silicon Valley? ¿Habrá desaparecido la piratería de software? ¿Seguirá todo exactamente igual? En 2039 hablamos.

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