A pesar de que en marzo del año pasado el acuerdo iba por buen camino, todo apunta que a finalmente Foxconn no comprará el 10% de la empresa japonesa Sharp.
Desde la compañía de Taiwán no están conformes con el precio que les quiere hacer pagar Sharp, ya que el negocio de la marca nipona ha descendido en los últimos tiempos y sus acciones no van bien en el Nikkei.
Además, también hay desavenencias sobre la estrategia de control de la empresa y otros temas importantes referidos a la gestión corporativa, como recogen desde Bloomberg.
Ante el panorama que se ha generado, los expertos no creen que vaya a salir adelante la operación, y piensan que Foxconn se quedará con las ganas de hacerse con una pequeña parte de Sharp.
Para la empresa de Osaka la situación es todavía delicada, pero al menos el último trimestre pudo frenar algo sus pérdidas, y de momento parece que le queda margen para sobrevivir sin el dinero de Foxconn.
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