22 países europeos firman el ACTA
Con la SOPA y la PIPA aparcadas, una nueva proto-ley centra la atención estos días de los grandes de Internet: se trata del ACTA, el acuerdo comercial internacional anti-falsificación que esconde medidas penales contra la piratería en Internet, y que fue firmado ayer por 22 países de la Unión Europea, España incluida.
Las reacciones no se han hecho esperar: una de las más comentadas ha sido la del ataque contra la web del Parlamento Europeo, confirmada por ellos mismos. Eso sí, aunque todas las miradas se posaron enseguida en Anonymous, ellos han desmentido que ese ataque sea cosa suya. En mensajes en su Facebook y Twitter, piden a sus seguidores que no ataquen al Parlamento. “El Parlamento Europeo no es tu enemigo (aún)”, decían en Twitter, “Por favor, parad vuestros ataques DDoS. Crea diálogo, no lo obstaculices”.
La otra reacción más comentada llegó en forma de dimisión: la del eurodiputado Kader Arif, hasta ahora “relator” del ACTA en el Parlamento, que ha emitido un comunicado en el que califica el proceso que llevó a la firma de “farsa”. “Quiero denunciar de la forma más fuerte posible todo el proceso que llevó a la firma de este acuerdo”, aseguró, indicando que había presenciado “maniobras nunca antes vistas” para imponer un calendario “antes de que la opinión pública pudiese alertarse”.
La firma del ACTA por parte de los 22 países de la UE que tuvo lugar ayer no significa, no obstante, que el acuerdo haya sido aprobado en la Unión: todavía tiene que pasar el último trámite en junio del Parlamento Europeo, que ya rechazó el acuerdo en marzo de 2010 por la falta de transparencia que caracterizó el proceso de creación del texto.