En 2030, toda organización será una organización tecnológica
Un estudio de Dell Technologies e IFTF calcula que la gran mayoría de los empleos que existirán para entonces (un 85 %) no se ha inventado todavía.
¿Cómo será el mundo dentro de diez años? ¿Cómo irá influyendo la tecnología en los negocios durante la próxima década?
Según el informe The Next Era of Human-Machine Partnerships publicado por Dell Technologies y dirigido por el Institute for the Future (IFTF), tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual o la robótica y avances en software, procesamiento y datos habrán transformando tanto la vida como el ambiente de trabajo.
De hecho, se espera que se entable una nueva relación entre humanos y máquinas que traerá más eficiencia y permitirá a las personas deshacerse de ciertas limitaciones y ganar habilidades como creatividad o mentalidad empresarial. La tecnología debería convertirse en una extensión de la gente. Y también debería facilitar la identificación de talento en un mundo en el que los procesos de búsqueda serán distintos. Los expertos creen que el trabajo pasará de ser un lugar a un conjunto de tareas y que la tecnología no tiene por qué acabar reemplazando a los empleados.
Eso sí, se cree que “en 2030 todas las organizaciones serán organizaciones tecnológicas”.
“Nunca antes la industria experimentó tanta disrupción”, apunta Jeremy Burton, director de marketing de Dell. “El ritmo del cambio es muy real, y ahora estamos en un escenario de hacer o morir. Para salir adelante en la era de las asociaciones hombre-máquina, todo negocio tendrá que ser un negocio digital, con el software en su núcleo”. Burton indica que “las organizaciones necesitarán moverse rápidamente y construir capacidad en sus máquinas, preparar su infraestructura y capacitar a su fuerza de trabajo para impulsar este cambio”.
Una de las cosas que pasarán es que las personas comenzaremos a aprender en el momento.
Hay que tener en cuenta, de todos modos, que es difícil predecir qué es lo que va a pasar exactamente. Tanto es así que se calcula que el 85 % de los empleos que habrá en 2030 todavía no existen. Y prácticamente la mitad de las empresas baraja la posibilidad de acabar siendo obsoleta en los próximos 3-5 años.