2023 será un mal año para los fabricantes de chips

Dos circunstancias confluyen para que el año 2023 se aventure como malo para el sector de fabricación de microchips. Por un lado actuará la recesión económica que continúa sin remitir y que hace disminuir la demanda de circuitos integrados. Esta circunstancia hace que además se hayan elevado considerablemente los precios de componentes químicos y equipos necesarios para la fabricación de semiconductores.

Por otro lado el imparable aumento en el coste de la energía incrementa también los costes de fabricación. La suma de ambos factores plantea un panorama muy complicado para el sector durante 2023 según las previsiones hechas públicas por la empresa estadounidense Global Foundries (GF), integrada hace años en AMD y que en la actualidad es el cuarto mayor fabricante mundial de circuitos integrados por detrás de TSMC, Intel y Samsung y seguida muy de cerca por el fabricante chino UMC.

El director financiero de GF, Dave Reeder, ha declarado que ya están notando el descenso en la demanda de los semiconductores y avanza que para el año 2023 el impacto de este descenso se hará notar en todo el sector. En el caso de GF van a afrontar esta situación con una reducción de gastos operativos cifrada en 200 millones de dólares anuales.

Para ello no solo van a congelar la contratación de personal no esencial sino que también se va a proceder a un recorte de plantilla. Estas medidas podrían también terminar siendo aplicadas en las otras grandes empresas del sector, especialmente en Intel.