“Si 2017 podemos decir que fue el año del ransomware, 2018 es el año del cryptomining”

Los mecanismos del minado de criptomonedas “son mucho menos invasivos y más lucrativos que el secuestro de los datos y el consecuente pago del rescate”, señala S2 Grupo.

“Si 2017 podemos decir que fue el año del ransomware, 2018 es el año del cryptomining.

Así lo bautiza José Rosell, socio-director de S2 Grupo, que recuerda que, “según datos del CNI, este año el número de incidentes por ransomware han descendido alrededor de un 2 %, sin embargo, los ataques con el objetivo de minar criptomonedas han aumentado más de un 4.000 % en el ámbito de la Administración Pública”.

Sería un crecimiento del 4.000 % solamente en seis meses, que es lo que se lleva contabilizado de 2018.

Esta amenaza busca aprovechar la capacidad de cómputo de diferentes máquinas, incluso de los sistemas de control industrial, para minar divisas sin que el propietario del dispositivo lo sepa. Para ello se recurre a malware con funcionalidades de minería o se aprovechan los propios navegadores.

Además de ralentizar los equipos, esta amenaza puede provocar errores en su funcionamiento. Y esto es especialmente grave para sectores como los de la energía, el transporte o el suministro de agua.

“El ámbito de la ciberseguridad debe evolucionar a un ritmo vertiginoso porque la actividad de los ciberdelincuentes también lo hace”, indica al respecto José Rosell.

Por su parte Miguel A. Juan, también socio-director de S2 Grupo, comenta que los ciberdelincuentes “buscan nuevas formas de conseguir dinero. Estos nuevos mecanismos son mucho menos invasivos y más lucrativos que el secuestro de los datos y el consecuente pago del rescate que pretende el ransomware“, explica. “Por eso, el nuevo camino es minar monedas para poder operar económicamente en la red”.