2011: Una odisea de Research In Motion
Si hay un integrante de la familia tecnológica que se debería alegrar de dar carpetazo a 2011 ese es, sin duda, Research In Motion, un gigante con pies de barro que comenzó el año con el 16% de participación en el segmento de los sistemas operativos móviles y doce meses después sólo domina el 11% a nivel mundial. Esta caída de BlackBerry ha sido especialmente dolorosa en su otrora mercado estrella, Estados Unidos: a finales de 2010 gobernaba la mayoría de los teléfonos de los usuarios, en enero de 2011 era superada por Android y a estas alturas ya se encuentra en tercera posición, también por detrás de iOS, con un 9% de cuota y 15 puntos menos que hace un año.
¿Y qué ocurre en el sector empresarial, bastión por excelencia de RIM? Otro tanto de lo mismo. Casi la mitad de los hombres de negocios utilizan a día de hoy un iPhone frente al 32% que permanece fiel a sus BlackBerry de diseño robusto y teclado QWERTY. En comparación, el uso de estos dispositivos durante 2010 se cifraba en unos más parejos 31% y 35%, respectivamente. Lo peor es que se prevé que la brecha entre plataformas siga creciendo, dado que tres de cada diez usuarios se plantean un cambio de terminal.
Tampoco le ha ido mejor a la firma canadiense su aventura con la tableta PlayBook. Lanzada en abril, justo una semana después del estreno mundial del iPad 2, las opiniones de los expertos se han debatido entre halagos a su fluida interfaz, las capacidades multitarea o el soporte de Adobe Flash, y las críticas por la escasez de aplicaciones, su dependencia de los smartphones BlackBerry y la falta de funciones nativas de correo electrónico, contactos y calendario. La sensación general es que RIM lanzó a la calle un producto “a medio hacer”.
Como resultado, apenas ha vendido 850.000 ejemplares en nueve meses y se ha visto obligada a rebajar su precio desde los 499 dólares originales hasta los 300 dólares en una primera promoción, y los 199 dólares más tarde. También ha tenido que asumir un cargo de 485 millones de dólares por exceso de inventario y ha fallado tres trimestres consecutivos a la hora de cumplir sus propias expectativas de venta, con sus consecuentes desplomes en bolsa. Aún así la empresa liderada por Jim Balsillie y Mike Lazaridis no tira la toalla, ya ha anunciado que seguirá apostando por un dispositivo que califica de “irresistible para los consumidores”.
Habrá que ver si la esperada actualización de su software a la versión 2.0, que debía haber llegado en verano, no se retrasa por enésima vez. De igual modo la fecha para la liberación de su futuro sistema híbrido dirigido tanto a teléfonos inteligentes como a tabletas, BlackBerry 10, se ha movido de marzo a finales de 2012 con la misión de adaptarse a ciertos chips con conexión 4G de bajo consumo todavía no disponibles. Esa es la versión oficial, porque las malas lenguas aseguran que el motivo es la calidad de una plataforma con rendimiento inferior a la primera versión de iOS y a la segunda generación de Android.
Retrasos, demandas y despidos
Esos no son todos los problemas que enfrenta el software de RIM. En octubre, ElcomSoft puso en circulación una herramienta para recuperar contraseñas capaz de quebrar el santo y seña de sus móviles: un cifrado de datos a prueba de bombas. En noviembre, BlackBerry Bold 9900 y 9300, unos terminales que también tardaron en alcanzar las tiendas, dejaban de funcionar incluso tras haber pasado toda una noche cargándose. A los pocos días, se liberaba el primer jailbreak para PlayBook. A principios de diciembre, una disputa legal con BASIS International terminó con la conversión del sistema BBX en BlackBerry 10. Y ahora ha sido demandada por uso ilegal de la marca BBM, utilizada para referirse a su conocido sistema de mensajería y que fue registrada por otra empresa norteamericana.
Pero uno de los momentos más duros del año para RIM fue el apagón que, desde el 10 hasta el 13 de octubre, dejó sin servicio de datos a millones de usuarios de todo el mundo. Desde la región EMEA hasta la India, pasando por la inmensidad del continente americano, el envío de correos electrónicos y mensajes instantáneos quedó bloqueado, y con ella la columna vertebral de la firma así como buena parte de su reputación. Con el fallo de un conmutador de doble redundancia llovía sobre mojado, ya que en septiembre una avería dejaba sin chat los celulares de Colombia, Venezuela y Argentina.
Las consecuencia más notable de este chaparrón, aparte de las denuncias de los usuarios, es que las acciones de RIM han perdido cerca del 80% de su valor desde los 59 dólares por título hasta menos de 14, y los desastres no han dejado de sucederse. Por ejemplo, los “superphones” que deberían relanzar a la compañía no comenzarán a comercializarse hasta finales de año y Google los ha dejado en la estacada al cancelar la app nativa de Gmail para BlackBerry. Para colmo de males, se na sabido que la semana pasada unos ladrones asaltaron un camión con 5.200 PlayBooks en su interior.
Y hay más. Para reducir costes, el fabricante ha recortado el 11% de su plantilla, lo que viene a ser unos 2.000 puestos de trabajo. También a nivel laboral, un empleado anónimo se atrevió a publicar una carta abierta donde recomendaba a sus jefes cambiar el rumbo de la empresa sino querían arruinarla, otros dos directivos fueron despedidos por emborracharse y forzar el aterrizaje de un avión, y el presidente de RIM Indonesia ha sido acusado de negligencia tras provocarse una avalancha humana durante la promoción de nuevos teléfonos. Todo ello en medio de la presión de analistas e inversores, que critican el sistema de co-CEOs y quieren forzar su abandono.
La situación no pinta bonito, pero… ¿qué deparará 2012 a la vapuleada Research In Motion?, ¿será capaz de remontar el vuelo, o continuará su particular descenso a los infiernos?