20 años de GPS
En dos décadas se calcula que son ya 4.000 millones los dispositivos GPS existentes en el planeta, con una previsión de crecimiento que hará que en cinco años se duplique esa cantidad. La mayor responsabilidad de este exponencial crecimiento tiene que ver con la inclusión de módulos GPS en los teléfonos móviles, lo que ha contribuido definitivamente a su expansión global y a la generalización de su empleo.
Tras un primer impulso comercial cuando comenzó a abaratarse el precio de los navegadores GPS que comenzaron a instalarse en los salpicaderos de los automóviles como accesorio, se pasó en apenas unos años a que todos llevásemos un GPS en el bolsillo dentro de nuestros smartphones, lo que permitió por otra parte que se ampliase el uso de esta tecnología más allá de la ayuda mediante un mapa para llegar a nuestro destino.
La geolocalización y el geoposicionamiento alcanzaron un nuevo nivel evolutivo gracias a a redes sociales, aplicaciones con información sobre ocio relacionado con el entorno o incluso cuestiones de seguridad entre otras, funciones todas ellas inimaginables hace unos años y hoy constitutivas de la cotidianidad.
Para el funcionamiento del GPS se requiere de 24 satélites que orbitan continuamente la tierra a 20.000 kms. La precisión máxima que ofrece admite un margen de error de 15 metros que puede llegar a reducirse a 2 metros. La posición se calcula mediante la triangulación de la señal de manera que contando con que se comunique el dispositivo con al menos dos o tres satélites ya podría disponerse de una información aproximada pero con la concurrencia de entre siete y nueve satélites contactados ya se alcanzaría una precisión inferior a un metro.
Como en otras ocasiones (el mismo caso de Internet) lo que un día nació como una herramienta de uso estrictamente militar ha terminado abriéndose a toda la sociedad, permitiendo con la generalización de su uso que se beneficien de las insospechadas ventajas que para quienes no somos militares tiene conocer con gran precisión nuestra posición.
vINQulo