Se ha convertido ya en una herramienta imprescindible de la que parece impensable que podamos desprendernos, pero un buen número de empleados públicos van a olvidarse del móvil voluntariamente en sus horas de trabajo.
Eso sí, el incentivo puede ser bastante suculento, puesto que supondrá un incremento en el sueldo siempre que no atiendan su teléfono móvil personal mientras dura su horario de servicio a la nación.
Se trata de una recuperación salarial del 3,5% con respecto al sueldo del año pasado a cambio de no realizar más comunicaciones telefónicas que las derivadas de su trabajo. En caso de emergencia habrá que recurrir al propio teléfono que exista en la dependencia donde desempeñe su labor el funcionario y si alguien desea ponerse en contacto con ellos será el encargado de la dependencia quien reciba el aviso y lo comunique al funcionario.
Este acuerdo tiene tres años de vigor así que habrá que esperar a la negociación del convenio colectivo de 2016 para saber si se incluye el uso de las gafas y relojes inteligentes que nos llegarán.
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