Los 10 vectores de ataque más probables durante unos Juegos Olímpicos [Infografía]
Desde el compromiso de servicios de ‘ticketing’ hasta la creación de perfiles falsos en redes sociales, son varias las formas que tienen los ciberdelincuentes para colarse en este tipo de eventos.
Los Juegos Olímpicos son el terreno perfecto para probar las capacidades de tecnologías como el Big Data o el internet de las cosas. Pero también se convierten en caldo de cultivo perfecto para emprender ataques de seguridad.
Así lo advierten desde la compañía Kaspersky Lab, que recuerda que hace unos años, en los Juegos Olímpicos de Pekín, se produjeron 12 millones de ataques por día hasta llegar a los 190 millones. En los de Londres se superaron los 200 millones ataques fallidos a la web oficial. Y en los de Río de Janeiro los ataques se contaron por 570 millones.
Pero el evento de verano no es el único que está en el punto de mira de los ciberdelincuentes. Los Juegos Olímpicos de Invierno, también. Sin ir más lejos, los de Sochi recibieron 322 millones de ataques.
Ahora que se están celebrando los de Pieonchang, el peligro vuelve a estar presente Según una infografía publicada por Kaspersky Lab, que reproducimos al final de estas líneas, hay diez vectores de ataque probables en este tipo de competiciones.
Se trata del compromiso de servicios como los de ticketing, con ataques también de denegación de servicio. Y de otros ataques que afectan a sistemas de autenticación; a los empleados con control remoto, hacking, phishing o manipulación de datos; a la tecnología que gestiona temas como la calefacción, los ascensores o la iluminación, por ejemplo; a las máquinas robóticas con la intención de desactivarlas o manejarlas; y a la propia infraestructura de los países para electricidad, agua, transporte o banca.
Además, se encontrarían en riesgo los sistemas de análisis de datos, los de puntuación de los jueces y los de monitorización de los atletas. Por último, no se puede olvidar que la creación de perfiles falsos en redes sociales permite difundir rumores y hasta desencadenar el pánico entre la multitud congregada en este tipo de eventos.