Diez años de Facebook.
Con luces y sombras, con usuarios enganchados que encuentran casi una segunda vida (en ocasiones hasta primera) en esta red social y otros que denigran de ella, no cabe duda de que el mundo ha cambiado significativamente desde que se popularizó el invento de Mark Zuckerberg modificando la manera en la que nos relacionamos con nuestro entorno más cercano y también con el más lejano puesto que se han derribado las distancias, y no sólo las físicas.
Hasta alcanzar la astronómica cifra de más de mil millones de usuarios casi pueden establecerse corrientes o periodos en la evolución de Facebook desde que surgió como una pequeña herramienta de conexión entre miembros de una comunidad universitaria hasta el momento en el que incluso se ha convertido en medio de comunicación por el que se difunden noticias.
Heredando parte de la pulsión comunicadora de los blogs y antecediendo al microblog de Twitter o a las fotos compartidas a través de Instagram, Facebook ha ido evolucionando al tiempo que lo hacían sus usuarios, ampliando sus funciones y añadiendo desde herramientas de comunicación a la posibilidad de participar en juegos tanto cooperativos como (más habitualmente) competitivos, llenando periódicamente nuestras bandejas de notificaciones de insitentes invitaciones a pegarle martillazos a unos caramelos de colores o meternos a granjeros virtuales.
Texto, fotografías, vídeos, enlaces… todo tiene cabida en esta mezcolanza de agenda, pasatiempo, teletipo y canal interactivo en el que comunicamos y asistimos a penas, alegrías, reflexiones, momentos divertidos o noticias amargas. Podemos encontrar a aquella compañera del instituto que nos llevaba locos (también puede encontrarnos a nosotros el compañero pelma de la mili), desahogarnos, concertar una manifestación que puede conducir a una histórica revolución o remover las conciencias con una fotografía o un vídeo que de manera casi instantánea estará a disposición de todo el planeta… excepto aquellos países donde está vedado su acceso (Corea del Norte, China…).
En los últimos tiempos incluso se ha hablado de cierto inicio de una fase de decadencia que llevaría a que el espectacular crecimiento de usuarios de Facebook pueda decaer e incluso disminuir notablemente. Algunos hablan de un horizonte inferior a una década para que la red social de la efe minúscula quede abandonada casi como si de MySpace se tratase. ¿Sucederá así? ¿languidecerá durante años hasta perder millones de usuarios? ¿Se verá incrementada cuando en China permitan el libre acceso a la misma? ¿Aparecerá otra nueva red social u otra nueva forma de interaccionar entre grupos tan dispares y numerosos de humanos?
Lo sabremos en los próximos años y esperamos contártelo desde The Inquirer.
vINQulo
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